Ecos de la Carrera de San Silvestre en La Habana
especiales
Foto: tomada de Prensa Latina
La Habana despertó hoy después de la última alborada de diciembre, aún con los ecos en sus calles de la Carrera de San Silvestre, un ritual que hermana ciudades y almas en todo el mundo.
La despedida de un año y el preludio de uno nuevo, abrazó la víspera el triunfo, el esfuerzo y la esperanza, en un circuito de 10 kilómetros alrededor de la icónica Ciudad Deportiva.
Alejandro «Kenya» Rodríguez, con la fuerza de quien domina vientos y senderos, cruzó la meta en 31:32 minutos para dominar la categoría masculina, mientras que Leslie Amat venció entre las féminas con crono de 37:10.
La dirección de Deportes de la capital, junto con el proyecto Marabana-Maracuba, convocó a atletas, aficionados y soñadores, quienes con esfuerzo, sudor y euforia transformaron las calles en un lienzo de colores y emociones.
Carlos Gattorno, alma de esta tradición, destacó la magia de esta carrera, no solo por su dedicatoria al triunfo de la Revolución, sino por simbolizar el cierre de un ciclo y la promesa de otro.
«Es un momento único, donde la historia de un pueblo y la pasión de los corredores se entrelazan para formar parte de algo más grande que ellos mismos», declaró a Prensa Latina.
El eco de los pasos en La Habana resuena con la misma historia de la nacida en 1925 en Sao Paulo, Brasil, gracias al periodista Cásper Líbero, quien se inspiró en las carreras nocturnas de París.
Hoy, esa tradición vive en muchos rincones del mundo, encendiendo corazones y calles.
En esta habanera San Silvestre, el tiempo se detuvo por un instante. La brisa acarició a los corredores como una despedida suave, mientras el asfalto ardía con la fuerza de quienes no temen al desafío, para despedir el 2024 con el corazón lleno de historias y sueños.
Añadir nuevo comentario