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Mi Habana, por suerte otra vez La Habana, aunque capital, pero su nombre Habana, eso solo, es para mí muy bueno. Caminar por Obispo, u otra calle de La Habana, que no tengan el colorido, resulta siempre placentero, y si continúas hasta la Ave. del Puerto, es como llegar al paraíso dentro de la ciudad, su calle fresca, amplia, entretenida y bella, es refugio de los que soñamos con una Habana aún más limpia, más bella y más cuidada por los que la caminan, porque no solo es la capital de los habaneros, sino, como dicen, de todos los cubanos, por eso me encanta que hablen de La Habana, la de todos los cubanos y la de todos los extranjeros que también viven enamorados de ella.