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Lo mejor que he leído sobre el tema. Merece una tribuna de mayor alcance. Muchos agradecerán una opinión que resume, con balance, equilibrio, y sentido común, el porqué, efectivamente, la telenovela ha tenido a tantos cubanos inmersos en su trama. Deberíamos por lo menos concederle a nuestra televisión la misma benevolencia con la que asistimos, impasibles , amuchs chatarra melodramática importada de todas las latitudes. Hacía falta esa felicidad feliz que el final de la telenovela mostró, esa gente buena y hermosa y la percepción de que esas cosas también son posibles o deberían serlo. Fue un soplo de melodrama positivo, hermoso y para nada carente de una visión optimista de nuestra realidad.