USAID: Organización criminal
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Un hombre pasa frente a cajas de ayuda humanitaria de USAID en un almacén en las afueras de Cúcuta, Colombia, el 21 de febrero de 2019, en la frontera con Venezuela. (AP Foto/Fernando Vergara)
El inefable Elon Musk nos acaba de dar una interesante noticia al catalogar a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, (USAID por sus siglas en inglés) como una institución con fines criminales, ilegales. La acusó de estar vinculada a operaciones de inteligencia, golpes de estado e incluso a la concepción y propalación de la covid-19.
Marco Rubio, nuevo jefe interino de la USAID
Se dice que la USAID fue una creación del Partido Demócrata, aunque obviamente fue empleada por ambos partidos desde que el presidente John F. Kennedy la fundó en 1961. Sus objetivos fueron claramente vender un rostro más amable de la proverbial prepotencia imperial y de paso, hacer lo posible por socavar el apoyo popular a gobiernos que no fueran del gusto de Washington, mediante lo que denominaron años después el soft power o poder blando.
La Revolución cubana fue blanco de la USAID desde el inicio, por lo que inventariar todos los proyectos que financiaron sería muy extenso. Algunos ejemplos, según la información pública disponible: desde 1996 hasta el 2005 gastaron no menos de 74 millones de usd “en la promoción de cambios democráticos”. Se recuerda por caso el proyecto ZunZuneo, destinado a facilitar, vía mensajes de texto, la comunicación entre los ciudadanos cubanos, según prometieron, que funcionó entre el 2009 y el 2012, cuando fue descartado por inútil.
Otros proyectos de triste evocación, se refieren a los implementados desde el 2014 para influir en el movimiento musical del hipo hop cubano, que devela que el sector de la cultura fue y sigue siendo blanco de este tipo de ataques. Como muestra de la perversidad de estas políticas, se suma también los concebidos para influir en proyectos de ayuda a pacientes de VIH, realmente una tapadera para identificar posibles líderes locales afines.
Se conoce que esto es una vieja tarea de los servicios especiales norteamericanos, que siempre se dieron de bruces con el llamado síndrome de la visa, según el cual se consigue ese permiso para emigrar a EEUU, verdadero y no siempre admitido propósito. El susodicho síndrome ahora se recicló bajo el concepto del llamado miedo creíble, un paso para obtener el asilo, no importa que el individuo lo necesite, basta con armarse una historia “opositora” en las redes sociales digitales.
Hasta nuestros días funciona con apoyo monetario de USAID y de la NED, que bien merecerían un análisis aparte, el denominado clúster contrarrevolucionario, conglomerado de medios y plataformas digitales generadores de contenido fantasioso, que hiperbolizan la descripción de los problemas que enfrenta Cuba, obviando naturalmente al principal culpable de ellos, el bloqueo.
Las hazañas de la USAID en el resto del mundo son también muy conocidas, algunas ampliamente denunciadas. El escándalo que ahora mismo rodea al gobierno de Narnia, perdón, el engendro de la ultra derecha venezolana en el exterior, son incalificables; también en el tiempo se recuerda el apoyo a planes más crueles como la Operación Cóndor, o las eufemísticamente llamadas revoluciones de colores en Europa y Medio Oriente, que dejaron una impresionante cantidad de víctimas humanas y de verdades que claman por ser aclaradas alguna vez.
Podría decirse que Musk descubrió el agua tibia, pero detrás de este comentario se esconden otros proyectos, actualizados a los tiempos que corren y el futuro inmediato, y que suponen una alternativa a las prácticas de la ahora extinta USAID. Nadie debería esperar que el imperio desistirá de sus tradicionales planes, en una carrera sin fin por contener la inevitable perdida de su otrora indiscutible hegemonía.
Viene al caso mencionar por ejemplo la denominada Fundación Palantir para la Política de Defensa y Asuntos Internacionales, que existe al menos desde el 2004 y se le asocia a los servicios de inteligencia estadounidense y del Pentágono. Palantir trabaja en el desarrollo de AI para la recopilación digital de datos de terceros países, con el propósito de sustituir agenturas de la CIA, o a la actuación de ONG en el terreno físico, a partir de la extraordinaria influencia, que tienen plataformas en las redes sociales digitales, residenciadas en EEUU como la propia X, con públicos segmentados, especialmente vulnerables como los más jóvenes.
Es fácil imaginar el poder de subversión que tiene este tipo de proyectos, más barata y obviamente más abarcadora que la caducada USAID; la participación de Musk le otorga un matiz, porque al parecer el personaje se apresta a engordar sus bolsillos con fondos públicos, potenciando proyectos como el mencionado, donde se conoce tiene una importante participación.
¿Qué está diciendo Musk en la concreta?, bienvenido a un mundo mucho más hostil y opaco en las modalidades de ataque, para cualquiera que intente desafiar al imperialismo. En todo caso la organización criminal de la USAID, ya tiene quien le haga el trabajo.
Levantar un alerta sobre esta realidad es urgente. Es primordial la resistencia por mantener y vigorizar los valores patrióticos, revolucionarios en las redes sociales digitales, como bien se ha dicho; de allí el pedido del Primer secretario del PCC, compañero Díaz-Canel, cuando convocó a una nueva Vindicación de Cuba en ese espacio, donde habrá que enfrentar a la “nueva” USAID.
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