¡Sorpresa en Francia!: Izquierda gana elecciones

Cuando todo parecía indicar que la ultraderecha, ganadora de la primera vuelta, se impondría en la segunda y decisiva fase de las elecciones legislativas francesas, el caudal de votos de la juventud que votaba por vez primera y la total adhesión de París -al ciento por ciento- y otras importantes ciudades decidieron la victoria a favor del izquierdista Nuevo Frente Popular, relegando al Reagrupamiento Nacional, de extrema derecha, a la tercera posición, mientras la agrupación Ensemble, del presidente Enmanuel Macron, quedaba entre ambos.

En París, la gente con pancartas vitoreaba cuando se conoció el resultado, algunas personas se besaron y lloraron, otras se abrazaron.

Se encendieron bengalas y la gente coreó en las calles el  "Todo el mundo odia a los fascistas".

Con una participación cercana al 60%, el Nuevo Frente Popular venció por mayoría simple, y no absoluta, al no lograr la mitad más uno (289) de los 577 escaños parlamentarios.

Los resultados finales serán dados a conocer en el curso de este lunes. La alianza de izquierda del Nuevo Frente Popular obtendría entre 172 y 192 escaños; el macronismo entre 150 y 170, y la ultraderechista Reagrupamiento Nacional, liderada por Marine Le Pen, quedaría en tercer lugar entre 132 y 152.

El resultado deja al Parlamento dividido en tres bloques que nunca han trabajado entre sí.

La amplia alianza de izquierda está encabezada por Jean-Luc Mélenchon, tres veces candidato presidencial (en 2012, 2017 y 2022, mejorando los resultados de cada elección con respecto a la anterior) y líder del partido Francia Insumisa. A él se han sumado los socialistas, los comunistas, los Verdes, y la Place Publique, encabezada por el popular miembro del Parlamento Europeo Raphaël Glucksmann.

El resultado es humillante para Macron, cuya alianza centroderechista fundó para apuntalar su primera candidatura presidencial en el 2017; y también una gran decepción para el nacionalista y euroescéptico Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, quien edulcoró el programa de su entidad -otrora con tintes nazis-, aunque mantuvo su fobia nacionalista y antiinmigrante.

EXIGENCIA

Mélenchon, exigió este domingo al presidente, Emmanuel Macron, el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas, ante miles de personas reunidas en la capital para celebrar la victoria, Mélenchon consideró un alivio que no se haya producido la anunciada de la extrema derecha.

Pero también consideró que los resultados “confirman la derrota del presidente y de su coalición”, y le exigió que “no intente escapar de esa derrota con subterfugios”.

El líder de la izquierda aseguró que el jefe de Gobierno tiene que ser del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que su partido, la radical Francia Insumisa, formó con socialistas, comunistas y ecologistas.

“Y tiene que aplicar su programa y solo su programa”, recalcó Mélenchon, quien rechazó entrar en negociaciones con la coalición de Macron.

Además, consideró que el nuevo Ejecutivo tiene que aplicar su programa “por decreto”, con medidas como la derogación de la reforma de las pensiones aprobada el año pasado por Macron, introducir el bloqueo de los precios de algunos productos y subir el salario mínimo.

Se considera que este lunes dimitirá el premier macronista y comenzarán los trabajos legislativos para nombrar a un nuevo primer ministro.

AMPLIO PROGRAMA DE LA IZQUIERDA

En un muy amplio programa, que sólo ofreceremos algunos y pocos detalles, por su extensión,  la izquierda declara también el estado de emergencia social congelar los ya mencionados precios de los productos de primera necesidad en alimentación, energía y carburantes y derogar los decretos de aplicación de la reforma de Emmanuel Macron que eleva la edad de jubilación a 64 años, así como la reforma del seguro de desempleo.

Además, aumentar la pensión mínima contributiva al nivel del salario mínimo y la pensión mínima de vejez al nivel del umbral de pobreza, y entablar negociaciones comerciales garantizando un precio mínimo a los agricultores y gravando los superbeneficios de los agroindustriales y la gran distribución.

Asume el reto del cambio climático, al declarar una moratoria sobre los grandes proyectos de infraestructuras de autopistas, adoptar una moratoria sobre los megacuencas, y aplicar normas precisas para compartir el agua entre todas las actividades.

Asimismo, defiende el derecho a la vivienda, al relanzar la construcción de viviendas sociales, revirtiendo los recortes anuales de 1 400 millones de euros de Macron a las organizaciones al respecto.

Crear alojamientos de emergencia para la acogida incondicional y, en situaciones de urgencia, requisar las viviendas vacías necesarias para alojar a las personas sin hogar.

Organizar una conferencia para salvar el sistema hospitalario público de la saturación durante el verano, y proponer que se mejore el trabajo nocturno y de fin de semana del personal. 

Restablecer el papel emancipador de la escuela pública derogando el “choque de conocimientos” de Macron, y preservar la libertad de enseñanza.

Dar los primeros pasos hacia la gratuidad total de la escuela: comedor, material, transporte, actividades extraescolares.