Retos y obstáculos al nuevo Presidente de Perú (+ Infografía)

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Retos y obstáculos al nuevo Presidente de Perú (+ Infografía)
Fecha de publicación: 
28 Julio 2021
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Con grandes esperanzas de un cambio para bien, Perú recibió este 28 de julio a su nuevo presidente, Pedro Castillo, después de una larga espera para que se le reconociera su triunfo en unas limpias elecciones y pese al fuerte despliegue en su contra desplegado por una ultraderecha que se alió a la derrotada Keiko Fujimori.

El hecho de juramentarse es un triunfo, ya que es la primera vez que la nación suramericana tiene un presidente campesino, que no pertenece a las elites dominantes y aliadas al imperialismo.

Lo que en cualquier momento sería un proceso protocolar, en este fue un verdadero desafío, porque apenas conocido el resultado, ya las elites políticas, mediáticas y económicas, así como los militares retirados y desinformantes de redes sociales, exigieron a las Fuerzas Armadas que impidan la asunción del nuevo presidente. En este contexto, renunció el jefe del Estado Mayor.

La estrategia de la candidata perdedora, Keiko Fujimori, se basó en obstaculizar la toma de posesión, pidiendo la anulación de actas electorales provenientes de territorios donde arrasó su contrincante. Todo su discurso ha consistido no en comprobar o dar elementos que justifiquen que ha habido un fraude electoral, sino en argumentar que el candidato es un “socialista”, de “izquierda” y “estatista” que va a llevar a Perú por caminos de quiebra económica.

No solo ella, sino que varios presentadores de televisión y exmilitares, e intelectuales tarifados del Imperio, como Mario Vargas Llosa, entre otros, estuvieron pidiendo desconocer la legitimidad del nuevo presidente,

A su favor, puede mencionarse el comunicado que tempranamente publicaron las Fuerzas Armadas rechazando el pedido de desconocer los resultados y los intentos de producir una salida golpista.

Castillo tendrá que enfrentar un Congreso que en la Constitución peruana tiene un peso bastante ilimitado. Puede declarar con cierta facilidad la vacancia presidencial y sustituir legalmente al presidente. En los últimos años esto no ha cesado de ocurrir, con tres mandatarios desde el 2018.

De esta manera, Castillo va a tener que hacer flotar su vena pragmática, su capacidad de negociación y ganarse a la mayoría del Congreso para impedir cualquier intento de derrocamiento por la vía legislativa.

EVITAR EL DESCALABRO ECONÓMICO

Pero el principal reto que tiene es el de mantener la estabilidad económica.

En Perú el Estado es económicamente débil después de 30 años de neoliberalismo. Pero a su vez es un país con una economía que hasta antes de la pandemia se encontraba en auge. Sus sueldos han sido, los últimos años, de los más altos de América Latina.

Este es quizá el principal desafío; una mala jugada puede provocar un descalabro económico que será utilizado por las élites y los medios para llevar al traste su gobierno

Apenas se supo que 'el Profe' sería el nuevo presidente, el dólar se disparó y la prensa habló de un aumento en los precios de los productos alimenticios y otros rubros.

Por una parte, los mercados pueden sentirse intranquilos con su triunfo. Por otro, puede intensificarse la fuga de capitales que ya existe. Pero, además, los medios y las redes pueden jugar de manera importante en que prevalezca un ambiente de intranquilidad que puede generar zozobra e inestabilidad económica, especialmente en el tema de los precios y del dólar.
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Otro reto, ya de carácter electoral o hegemónico (según el enfoque), tiene que ver con conquistar a los sectores populares, especialmente urbanos, que se han mantenido dentro del fujimorismo o que lo han acompañado por miedo a su victoria.

Esto no es del todo difícil. Va a depender primero del descalabro en el fujimorismo, si definitivamente le imputan a Keiko los 30 años de prisión que pidió la Fiscalía, debido a aceptar sobornos de Odebrecht y lavar dinero proveniente de la corrupción.

Si Fujimori, por prisión o por imposibilidad política, no puede mantener el liderazgo de la oposición, habrá una tendencia hacia la desafiliación del fujimorismo, lo que efectivamente ha venido ocurriendo hace ya décadas, aunque logra mantener un nicho sólido importante.

En la medida que las clases populares consideren al gobierno de Castillo una gestión proclive a defender los intereses del pueblo más humilde, entonces puede producirse una adhesión de los sectores populares y medio-bajos que no lo han acompañado en el evento electoral.

El tema más difícil que tiene Castillo, a largo plazo, es cumplir con el proyecto de transformación profunda que ha ofrecido durante su campaña electoral.

Seguramente los primeros meses tendrá un margen de maniobra mayor y podrá generar movimientos simbólicos que permitan una mayor adhesión a su figura, especialmente en los sectores rurales de donde proviene.

CONFLICTO INEVITABLE

Castillo tendrá que lidiar con un alto clima de conflicto que parece inevitable y con los escándalos que va a producir el entramado mediático en su contra.

Pero más a largo plazo tendrá que generar políticas públicas exitosas que tiendan hacia la transformación en cuanto a disminuir la pobreza, fortalecer el Estado, nacionalizar áreas estratégicas, atender a los sectores humildes, generar vías para enfrentar la exclusión social o fortalecer los sistemas educativos y de salud.

Un verdadero reto para el actual Perú neoliberal y, además, un duelo contra los poderes económico, político y mediático.

De esta manera, Castillo tendrá que lidiar con un alto clima de conflicto que parece inevitable si continúa su rumbo de cambio social y con los escándalos que va a producir el entramado mediático en su contra.

Son encrucijadas realmente difíciles de transitar bajo un sistema que privilegia lo privado sobre lo público, pero los progresistas de América Latina y Perú apuestan porque la vía de Castillo sea exitosa y pueda levantar una propuesta regional de cambio social efectiva.

Así, el hasta ahora presidente interino, Francisco Sagasti, reconocido por su proceder honesto, expresó que no está de acuerdo con la idea de Castillo de hacer un referéndum para transformar la Constitución, porque cree que no hará cambios sustanciales, pero “lo que me preocupa es que hay un cierto grupo de personas que viven en una burbuja, se retroalimentan los unos a los otros y cuestionan todo".

Para Sagasti, ese grupo "es muy pequeño, pero muy violento, como ya se vio en Estados Unidos y en otras partes del mundo, y no tiene nada que ver con la manera de pensar, sentir y actuar de la mayoría de los peruanos".

En ese sentido, el mandatario deseó que "no tenga futuro" la manera de hacer política que representa el fujimorismo, cuyo fundador, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), cumple una condena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

 

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