A pesar de la maldad, Castillo tiende puentes en el Congreso peruano

Horas antes de dar un mensaje a la nación y defenderse de las acusaciones de la derecha para lograr su vacancia, el presidente de Perú, Pedro Castillo, había entregado más de 3 500 títulos de propiedad a ciudadanos del distrito limeño de Puente Piedra. Ahí, mencionó las críticas de la oposición en torno a su mandato:

“…no daremos tregua a un pequeño grupo que no concibe que un hombre de los Andes tenga el derecho como cualquier otra persona de asumir un mandato constitucional. No daremos marcha atrás”, expresó, y sostuvo: “Aunque le salgan ronchas a la corrupción y aunque le salgan ronchas al poder de facto de este país, voy a seguir luchando para no solo darle títulos de propiedad, aunque le cueste a este gobierno sacrificio. Voy a seguir recorriendo el país para darle agua potable”.

Asimismo, se refirió en torno a las críticas que han tenido algunos ministros tras recomponer el nuevo gabinete ministerial, como la cartera de Salud, Trabajo y Energía y Minas. Sobre ello, dijo que “funcionario que esté tuiteando, que se vaya a su casa, porque ha sido designado para trabajar”.

Con anterioridad, había acusado a la Fiscalía de sumarse a los intentos de la oposición conservadora de desestabilizar su gobierno, tras difundir la prensa la declaración de una empresaria que lo involucra a una presunta red de corrupción. “Hay un sector minoritario que nunca aceptará nuestro gobierno popular y democrático (…) Hoy buscan vacarnos (destituirnos) para no solucionar los grandes problemas que tiene nuestra patria”, acotó. 

Luego, ante el Congreso, cuando se estaba enfrentando a una fuerte arremetida contra sus detractores, que lo acusan de corrupción, traición a la patria y otros delitos sobre los cuales no hay sólidos fundamentos, Castillo se defendió de las acusaciones, negó tener vínculos con presuntos hechos de corrupción y llamó a "tender puentes, promover el diálogo y trabajar juntos por la agenda del país", todo lo cual fue acompañado posteriormente con saludos personales a sus principales detractores, algunos de los cuales llegaron a elogiar la actitud del mandatario al que tendrán que juzgar el próximo 28 en la discusión parlamentaria de una moción de vacancia en su contra, que podría significar su destitución.

Durante su discurso, el mandatario llamó a "tender puentes, promover el diálogo y trabajar juntos por la agenda del país", y rechazó las constantes denuncias que recibe el Ejecutivo de las bancadas opositoras de derecha, que lo señalan en presuntos casos de corrupción. 

"Mi gobierno ha sido objeto de acusaciones de sectores mediáticos y políticos. Se ha pretendido construir un manto de oscuridad sobre nuestra gestión", se defendió Castillo, y negó de manera categórica estar involucrado en las causas que se investigan.

Asimismo, aseguró que no blindará a ningún corrupto: "Si algún familiar o paisano resulta involucrado, pido a las autoridades que actúen de acuerdo a su competencia". 

En su intervención, el jefe de Estado anunció que presentará al Parlamento una serie de medidas que permitan superar la crisis institucional que atraviesa el país, a la que calificó como estructural. "Tenemos la responsabilidad de emprender la gran reforma del Estado. No podemos seguir siendo indiferentes a ello, pues la población de a pie es la que sufre las consecuencias. Como Presidente de la República, me comprometo a liderar dicho proceso", dijo Castillo frente a los congresistas. 

La admisión a debate de la segunda moción de vacancia contra Castillo, en sus casi ocho meses de gestión, fue aprobada este martes con el visto bueno de 76 parlamentarios, mientras que otros 41 votaron en contra. La iniciativa fue promovida por Renovación Popular y cuenta, además, con el aval de Fuerza Popular (de Keiko Fujimori), Somos Perú, Avanza País, Podemos Perú y Alianza por el Progreso.

El debate se realizará el próximo 28 de marzo. Para la destitución del presidente será necesario contar con un total de 87 apoyos, de los 130 miembros que componen el Congreso.

ENTRE LA DESINFORMACIÓN Y LA QUINTACOLUMNA

Mientras hubo congresistas opositores que se declararon sorprendidos, y hasta gratamente, por el discurso de Castillo, sobre todo por su tono conciliador, otros, los más reaccionarios, lo calificaron de mentiroso y de hacerse un autobombo.

Lo cierto es que, a pesar de que en este poco tiempo de gobierno el Congreso ha sido adverso, Castillo ha hecho una labor social que hasta la prensa adversa ha tenido que reconocer a regañadientes.

Como se sabe, los medios están controlados generalmente por mafias que dan el visto bueno o no a lo que se debe divulgar, lo cual es una desinformación, que construye opiniones adversas a quienes hacen o pretenden hacer lo mejor para el pueblo.

El 80% de la prensa peruana es controlada por un grupo económico perteneciente a la familia Miró Quesada, una de las 12 oligarquías llamadas en Perú “Los 12 apóstoles”, que son las que manejan la economía y uno de los poderes fácticos que existen en el país. Así se ha montado la campaña brutal de mentiras, de odio, de calumnias, difamación malsana contra el intento de proyecto popular que representa Pedro Castillo.

Y es que desde hace 200 años Perú ha sido gobernado por organizaciones criminales que usaron la política como coartada para robar el dinero del Estado. Por otro lado, Castillo ha demostrado al mundo que Perú es uno de los países con más profundas desigualdades en América Latina, y que tratará de superar esa situación con su gobierno. 

De ahí que haya convocado a los intereses del capital privado empresario y extranjero, diciéndoles que no les teme, pero que si van a Perú, es respetando las acciones y las leyes del país, los estándares de la legislación laboral internacional y de la protección medioambiental, infringida recientemente por la compañía española Repsol, a la que se le han abierto cuatro procesos.

Pero Castillo, además de tener que lidiar con la hiperreaccionaria derecha en el Congreso, también se ha encontrado con algunos topos dentro de su gobierno, algunos de ellos ya destituidos y otros que, según señalan periodistas progresistas como Roger Taboada, siguen causando problemas y son motivo de contradicciones que la derecha aprovecha para decir que en el gobierno hay caos y que, por lo tanto, Castillo debe irse. 

“No se dan cuenta, afirma Taboada, que están despertando las ambiciones de una agenda que cree que si sacan a Castillo, van a asumir ellos… quienes están en esa tarea son los topos del sector de ‘izquierda progresista’, que están con las ONG, los blanquitos, los católicos, de la universidad extranjera, que recaudan más de 2 500 millones de dólares anuales, son un poder fáctico de Perú que no quiere que haya cambios estructurales en Perú. Son, sin duda, un factor disociador al interior del sector popular”.