«Pesadilla Americana»: Muerte por armas de fuego

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«Pesadilla Americana»: Muerte por armas de fuego
Fecha de publicación: 
7 Diciembre 2022
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No es la primera vez ni la última que se trata este tema de la muerte violenta en Estados Unidos teniendo como principal protagonista a las armas de fuego libremente vendidas, sin tapujos, en una nación en la que a sus principales depredadores solo les interesa el lucro, el afán de ganancias a costa de la muerte ajena.

Y no será tampoco el capítulo final de un drama en la nación más rica del mundo, con el mayor poder militar y donde se exhibe una democracia que nunca será participativa, al exhibir altos índices y números de muertes con armas de fuego, más de la mitad por suicidio.

Nueve de cada 10 ciudadanos en Estados Unidos está armado y más de cien personas mueren al día por disparo de arma de fuego, lo que representa niveles de violencia superiores a la de otros países desarrollados.

En Estados Unidos fallecen al año decenas de miles de personas, sin contar la enorme suma de heridos, baldados, otros seres que engrosan los hospitales por enfermedades mentales y quienes deambulan por las calles, sin hogar ni empleo, candidatos a integrar la lista de vendedores de drogas, algo extremadamente abundante en el país norteamericano, cuyas víctimas entran muchas veces en esa vorágine de violencia.

ALTA MORTALIDAD

El año pasado hubo 48 953 muertes por armas de fuego, la tasa de mortalidad más alta en tres décadas, y en el primer semestre de este 2022 suman más de 17 000, la mitad por suicidio.

Desde comienzos de este año, se han producido 213 tiroteos masivos, con cuatro o más personas heridas o muertas por disparos, sin contar al autor de los mismos, y diez asesinatos en masa, con un número mayor de víctimas.

Un estudio publicado en JAMA Network Open y realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Amor, la Facultad de Medicina de Harvard y la Universidad de Brown, analizó más de un millón de víctimas mortales por arma de fuego (1 110 421), y descubrió que las tasas aumentaron un 45,5% en el 2021 con respecto al 2004, cuando se registró el mínimo.

Aunque los datos recientes muestran algunos patrones similares, la gran magnitud del problema lleva a Estados Unidos a estar ante un "nuevo momento en la historia de las muertes por armas de fuego", dijo el doctor Eric Flagler, médico de urgencias pediátricas e investigador del Hospital Infantil de Boston y de la Facultad de Medicina de Harvard, y coautor del estudio.

Las tasas de homicidio con arma de fuego tanto para hombres como para mujeres casi se duplicaron entre el 2014 y el 2021, pero los hombres seguían teniendo más de cinco veces más probabilidades de morir que las mujeres. Las tasas de suicidio con arma de fuego también eran siete veces más altas entre los hombres que entre las mujeres en el 2021, a pesar de que las tasas de suicidio entre las mujeres fueron aumentando con el tiempo.

DISPARIDADES RACIALES

Las disparidades raciales son aún más marcadas. La tasa de homicidios entre los jóvenes negros —142 muertes por homicidio por cada 100 000 hombres negros de 20 a 24 años— era casi 10 veces mayor que la general de muertes por arma de fuego en Estados Unidos en el 2021.

Las tasas de homicidio entre los hombres negros e hispanos fueron más altas en el grupo de edad de 20 a 24 años. Pero para los hombres blancos, la tasa fue más alta en el grupo de edad de 30 a 34 años. Al comparar estos grupos, la tasa de homicidio era casi cuatro veces mayor entre los hombres jóvenes hispanos en comparación con los hombres blancos, y la tasa de homicidio entre los hombres jóvenes negros era asombrosamente 22 veces mayor que entre los hombres blancos.

"Cuando pensamos en las disparidades, solemos pensar en un aumento del 20% o del 50%. En el caso de la mortalidad infantil en Estados Unidos, si se compara a los bebés negros con los blancos, la tasa de mortalidad se duplica. Es una cifra enorme", dijo Flagler, quien agregó: "Y aquí estamos hablando de más de 20 veces de diferencia. Se trata de diferencias de magnitud que se agravan. Y exigen atención".

LES DA IGUAL

Los altos niveles de violencia y las matanzas en Estados Unidos no provocan reacción alguna en los políticos, sobre todo de los republicanos; y tampoco en la época del presidente Trump, como la de Biden ahora, quien se limita a endebles proposiciones para no dañar intereses. O sea, el discurso en general minimiza el problema.

En el Congreso de Estados Unidos, los lobbies armamentistas que defienden la industria de las armas tienen un gran poder. Pregonan como un principio sagrado de la libertad individual, el poseer las armas que se quiera.

Las batallas de las organizaciones ciudadanas y de los políticos que luchan por prohibir la compra indiscriminada de rifles de asalto siempre fracasan. La industria de las armas hace valer su poder.

Nada hay en el horizonte que permita pensar que esta situación va a cambiar. Y aunque algunos puedan diferir, a pesar del estrés, la angustia, la depresión y hasta el miedo, la sociedad estadounidense se acostumbró ya a esos niveles de asesinatos y matanzas que forman parte de su realidad cotidiana. Eso es lo que se percibe hasta estos fines del 2022.

Comentarios

Hay que implementar una ley vs armas de fuego ya.
javierhdez2.capri171@gmail.com

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