Perú: Castillo, entre aguas revueltas

En este artículo: 
Perú: Castillo, entre aguas revueltas
Fecha de publicación: 
21 Agosto 2021
0
Imagen: 

Foto: composición de Gerson Cardoso/La República

En un país muy polarizado, Pedro Castillo, que no tiene experiencia en gobernar, ya trazó el rumbo integracionista de su país, Perú, sin claudicaciones ante grupos que sólo buscan la injerencia y el derrocamiento de gobiernos que no son gratos al imperialismo, en tanto ya procede a establecer nexos con el fin de tranquilizar a cerca de la mitad de los votantes que no lo aceptaron en los recientes comicios presidenciales.

La tarea de Castillo ya se sabía que no era fácil, y más con un Congreso en el que sólo tiene 37 de los 130 escaños, lo que indica las dificultades que confrontará para cumplir cualquiera de las promesas sobre las que construyó su campaña electoral. 

Precisamente, ese desbalance legislativo ayudó a que, a solo 18 días de haber tomado posesión, el canciller Héctor Béjar se vio obligado a presentar su renuncia –no por voluntad propia, sino del premier Guido Bellido-, debido a unas viejas declaraciones publicadas recientemente por el medio Panorama sobre el surgimiento del grupo Sendero Luminoso y la implicación de la Marina en actividades terroristas.

La declaración se remonta a febrero pasado, cuando Béjar fue invitado a un evento, en el que dijo: “Yo estoy convencido, no puedo demostrarlo, de dos cosas: Uno, que Sendero (Luminoso) ha sido en gran parte obra de la CIA y los servicios de inteligencia; y dos, gran parte de las operaciones de división de la izquierda tienen algo que ver con los servicios de inteligencia enemigos”.

También manifestó, en otro momento, de acuerdo con el material audiovisual que se presentó en el mencionado medio, que “el terrorismo en Perú lo inició la Marina”, y que eso “se puede demostrar históricamente”.

MANIOBRAS

Algo que ha llamado la atención es que Castillo empezó sin gabinete, algo no común en un presidente, que podría deberse a que su victoria sin tachas tuvo la importante colaboración de dos figuras que representan posiciones políticas totalmente contrapuestas. Por un lado, Vladimir Cerrón, fundador del partido Perú Libre, un partido que se declara en sus estatutos marxista leninista.

Pero, para completar, lo que le faltaba para alcanzar el triunfo, apareció otra figura, el economista Pedro Francke, quien era del partido de centroizquierda Juntos por el Perú, de Verónika Mendoza,

Sin embargo, para ganarle la segunda vuelta a la Fujimori, necesitaba que votos de centro, centro izquierda y centro derecha que siempre han cuestionado el régimen de Alberto Fujimori y el comportamiento de su hija, considerada una política sin escrúpulos, le votaran a él, quien siempre representó la esperanza para los desposeídos. Así triunfó el campesino y maestro rural.

Ahora, hay una serie de obstáculos inmediatos que superar, dadas las marcadas divisiones regionales, una serie de escándalos políticos que no parecen cesar, y un número creciente de personas que caen cada vez más en la pobreza y en las dificultades económicas dejadas por el COVID-19 en Perú, que aparece como uno de los países más afectados por la pandemia.

El sistema de justicia peruano ha sido puesto a prueba frecuentemente en los últimos años, dado que las élites políticas han sido investigadas por todo tipo de motivos, desde el presunto financiamiento ilegal de campañas relacionado con el escándalo de corrupción de Odebrecht, pasando por lavado de dinero y otros delitos electorales vinculados a dineros de la droga.

CORRUPTELA

La corrupción es, de lejos, la principal preocupación de los ciudadanos peruanos, según datos del Instituto de Estadísticas del país; y la lucha contra la corrupción en los altos niveles seguirá siendo una batalla cuesta arriba para Castillo. El país ocupó el puesto 94, de 180 países de todo el mundo, en el Índice de Percepción de Corrupción 2020 de Transparencia Internacional, por cuenta de la "corrupción estructural, impunidad e inestabilidad política".

Una de las primeras grandes pruebas de Castillo tendrá que ver con la misma Fujimori. Los fiscales han tenido en la mira a la hija de Alberto Fujimori (el exdictador encarcelado por violaciones a los derechos humanos y por corrupción, bajo cuyo mandato se esterilizaron a cientos de miles de mujeres indígenas, principalmente de áreas rurales), y en el 2021 la han acusado de corrupción, lavado de dinero y crimen organizado. De ser declarada culpable, podría enfrentar hasta 30 años de prisión.

También se acusa a Keiko Fujimori de haber recibido millonarios sobornos de Odebrecht, la gigante constructora brasileña, para ayudar a financiar su fallida candidatura a la presidencia en el 2011.

Castillo ha presentado un plan de acción anticorrupción, denominado "Plan de Gobierno. Perú al Bicentenario sin Corrupción", que, entre otras cosas, insta a los ciudadanos a "comprometerse a colaborar en vigilar y controlar cualquier vestigio que impida la transparencia y la manera correcta de hacer las cosas". Esta es una de las muchas tareas a las que se tiene que enfrentar.

 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.