En EE.UU.: Quienes siempre están en recesión

especiales

En este artículo: 
En EE.UU.: Quienes siempre están en recesión
Fecha de publicación: 
8 Agosto 2024
0
Imagen: 

Economistas y especialistas gubernamentales norteamericanos observan preocupados la caída total de los no muy bien comprendidos mercados bursátiles, previendo una inminente recesión, de lo cual los banqueros salen generalmente bien parados y con más millones de dólares de ganancias, a costa del erario público alimentado por el pueblo estadounidenses.

Esto desata una gran preocupación en el actual gobierno, porque alimenta la creencia de que con el candidato opositor para la presidencia Donald Trump ello no pasaría, pero lo cierto es que en ese sistema siempre sucedería de una u otra forma, al tiempo que se disparan las cifras de desempleo por segundo año consecutivo, poniendo en vilo a quienes siempre están viviendo en recesión y salen cada vez más pobres.

Y es que el problema del desempleo es mucho peor de lo que parece, incluso desde el gobierno de Trump, donde en su última semana como presidente 900 000 norteamericanos solicitaron beneficios por desempleo.
La tasa de desempleo nacional de Estados Unidos oculta las múltiples dificultades que aún enfrentan algunos grupos, que es más entre personas hispanas y negras.

La tasa nacional de desempleo cayó al 6,3% en enero. Sin embargo, el desempleo es mucho más bajo para los trabajadores blancos, con un 5,7%, en comparación a otros grupos. En el caso de la población negra, la tasa de desempleo fue del 9,2% en enero, mientras la de los hispanos llegó al 8,6%, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Más allá de las estadísticas semanales, los datos sobre la tasa de paro en Estados Unidos también arrojan señales de preocupación. En junio último, la tasa de paro repuntó una décima, alcanzando el 4,1%, al tiempo que se crearon 206 000 empleos no agrícolas, una cifra inferior a los 218 000 nuevos puestos registrados en el mismo mes del año anterior.

El número de desempleados en junio pasado fue de 6 811 000, frente a los 6 649 000 de mayo, incluyendo 1 516 000 de larga duración (aquellos sin trabajo durante 27 semanas o más), que representaban el 22,3% del total de desocupados.

Por otro lado, el número de personas empleadas a tiempo parcial por motivos económicos cayó en 199 000, hasta los 4 220 000. Asimismo, la tasa de participación de la fuerza laboral se situó en el 62,6%, una décima más.

Estos datos, que pintan un panorama menos optimista de lo esperado, generan preocupación entre los analistas económicos y las autoridades encargadas de diseñar políticas laborales. La lentitud en la creación de empleo y el aumento de las solicitudes de subsidio por desempleo podrían ser indicios de una desaceleración en la recuperación económica del país.

LOS MÁS DESESPERADOS

Noticias de primera mano, y menos difundidas por los medios, es la que más de un millón de trabajadores norteamericanos fueron eliminados de los beneficios del desempleo.

Dos de mis conocidos lograron seguir manejando sus taxis, trabajando los siete días de la semana, para pagar los altos alquileres y otras costosas “menudencias”, imprescindibles en la que llaman la Gran Carpa del mal denominado Buen Hermano.

La mayoría de ello ha hecho tofo lo inimaginable por encontrar empleo, enviando miles de currículos por diversas vías, e incluso se han mudado para otras partes del país. Y eso fue antes de que se eliminaran los beneficios.

A la pérdida de sus ingresos respondieron empeñando sus joyas, pidiendo préstamos a familiares y amigos y, en algunos casos, se han mudado con ellos. Y eso fue antes de que la magra compensación por desempleo fuera eliminada.
Ahora están considerando medidas más drásticas, como vender su auto,  sin el cual no serían capaces de retener un empleo en una sociedad carente de transporte público.

Seis meses es demasiado tiempo para estar sin trabajo. Es un desastre en especial en Estados Unidos, donde la red de seguridad social está hecha trizas y una alta parte de la población vive de su salario, y muchas veces se hunde en una deuda.

No es difícil comprender cuando algunos se lanzan al paso de un tren o se vuelan su cabeza o la de otra persona.

Apenas el 15% tienen la posibilidad de ser contratados. Lo que se les ha hecho a estos ciudadanos se llama violencia institucionalizada. Y la violencia genera violencia.

En este contexto, el poeta Phillip Levine -quien ascendió desde la una vez industrial Detroit hasta ganar el Premio Nacional del Libro- reflexionó acerca de los variados estados de ánimo que le inspiran su poesía. Entre ellos está la ira, porque lo que más le disgusta es “la crueldad del capitalismo y el racismo norteamericano”.

 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.