De la gusanería: Bob, ¿como el gato?
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El corrupto senador anticubano Bob Menéndez.
Conociendo la historia fraudulenta del lamentable sujeto de origen cubano Robert Menéndez, alias Bob, y de los fallos de la llamada justicia norteamericana hacia él, no es nada de extrañar que se recurra a algo tan extraordinario como mendaz, para volverlo a exonerar de sus delitos e incluso a regresarlo a su puesto de presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, al que había renunciado, pero temporalmente.
Muchos de sus detractores piensan que ahora no tiene escapatoria, pero uno nunca sabe (¿o sabe?) lo que puede pasar en una democracia que se falsea cuando lo mercantiliza todo; los puestos públicos, desde del concejal al presidente tienen que contar con respaldo monetario de quienes luego “te van a pasar la cuenta”; o cuando permite legalmente algo tan indecoroso, y delicuencial, como el lobismo, en el que los representantes de empresas tratan de comprar abiertamente a los del Estado para el beneficio de sus entidades.
Quizás en julio finalice el proceso comenzado en enero pasado, cuando el represente del Partido Demócrata por New Jersey, de 69 años, y su esposa Nadine fueron acusados de soborno, seis años después de que otro caso penal en su contra terminara con un jurado estancado, recuerda Associated Press.
Menéndez, un senador de tres mandatos que ha ocupado cargos en todos los niveles en el áspero panorama político de Nueva Jersey, prometió luchar contra el último conjunto de cargos y cuestionó la veracidad de la acusación.
Casi en el mismo lenguaje que usó en el 2017, después de un juicio nulo por cargos federales de corrupción, formuló la acusación en términos políticos y prometió continuar su trabajo en el Senado.
"Durante años, las fuerzas detrás de escena han intentado repetidamente silenciar mi voz y cavar mi tumba política", dijo Menéndez en un comunicado. Fue un eco de seis años antes, cuando se dirigió a "aquellos que estaban cavando mi tumba política" y les dijo que no olvidaría quiénes eran.
APOYO EROSIONADO
Sin embargo, a diferencia de su primer juicio federal por corrupción, el apoyo del "establishment" demócrata de Nueva Jersey a Menéndez se erosionó.
El gobernador Phil Murphy, los líderes de la Legislatura liderada por los demócratas y el presidente del partido estatal pidieron su renuncia, ante hechos tan graves “que comprometen la capacidad del senador Menéndez para representar efectivamente a la gente de nuestro estado. Por lo tanto, pido su renuncia inmediata", dijo Murphy en un comunicado.
El nuevo conjunto de cargos revelados alega que Menéndez tomó repetidas medidas para beneficiar a Egipto, como una carta a otros senadores alentándolos a levantar la suspensión de 300 millones de dólares en ayuda a El Cairo, así como la transmisión de información no pública a funcionarios egipcios sobre cuestiones militares.
También está acusado de tratar de descarrilar el caso penal contra uno de los empresarios que abogan por instalar a Philip R. Kerlinger para ser el fiscal federal de Nueva Jersey. Menéndez creía que podía influir en Kerlinger, y también trató de usar su posición de poder para entrometerse en una investigación separada de la oficina del fiscal general de Nueva Jersey.
Menéndez aceptó cientos de miles de dólares en sobornos, incluyendo dinero en efectivo, lingotes de oro y un Mercedes descapotable. Además, se le acusa de pasar información sensible sobre personal estadounidense y egipcio destinado en la embajada de Estados Unidos en El Cairo.
CORRUPTELA DE LARGA DATA
Este es su segundo juicio por corrupción en siete años, y en el pasado, fue acusado de aceptar sobornos de vuelos en jets privados, vacaciones de lujo y donaciones ilegales de campaña.
La primera vez que Menéndez fue acusado, las autoridades dijeron que usó su influencia política para ayudar a un oftalmólogo de Florida que le dio lujosos regalos y contribuciones de campaña.
Fue acusado de presionar a los funcionarios para resolver una disputa de facturación de Medicare a favor de su amigo el Dr. Salomón Melguen, asegurar visas para las novias del médico y ayudar a proteger un contrato que el médico tenía para proporcionar equipos de control de puertos a República Dominicana. Como apuntamos antes, el jurado se estancó.
Al respecto Cable News Network indica que fueron pasados por alto correos electrónicos, listas de embarques, facturas de hoteles, declaraciones de tarjetas de créditos y documentos de la Comisión Federal de Elecciones que eran las pruebas para demostrar la estrategia de soborno que durante siete años ejecutó Menéndez, junto a un socio, como lo señalaron los fiscales ante la corte federal.
A Menéndez y Melguen se les señaló de tener una relación de “quid pro quo”, que se remonta al 2006. Según los fiscales, a cambio de lujosas vacaciones y grandes donaciones a los fondos de su campaña, Menéndez usó su poder para defender diversos intereses personales y comerciales de Melgen dentro del gobierno.
Los jurados también escucharán diferentes testigos, incluyendo a quienes hicieron parte del personal de Menéndez, a funcionarios del Departamento de Estado e incluso a pilotos que volaron el jet privado que el senador usó en las lujosas vacaciones patrocinadas por Melgen. Además, los fiscales dejaron entrever que presentaron gráficos y cuadros para poder resumirle los documentos al jurado, que comprendían 200 000 páginas de pruebas admisibles.
En la sesión informativa sobre el juicio, los fiscales también instaron al tribunal a ignorar lo que consideraron un intento de la defensa por desviar los hechos del caso y por tratar de plantear los actos de Menéndez bajo un contexto positivo. Los aliados del senador alegaron que su acusación fue motivada políticamente.
“Este caso se trata de asuntos serios de leyes y hechos relacionados con la corrupción de uno de los más altos cargos de elección popular en el gobierno de Estados Unidos”, asegura el escrito de los fiscales, que subraya:
“No se trata de pistas anónimas, de Cuba, de Irán, de la política partidista o de las consecuencias políticas de una condena. La pregunta de si los acusados participaron en una trama corrupta, no puede responderse con las teorías conspiratorias de los acusados. Por el contrario, sólo puede contestarse a través de una evaluación centrada en las declaraciones contemporáneas de los acusados y de sus agentes, de los registros financieros y administrativos, y de los testimonios en vivo y no anónimos”.
TAN PODEROSO COMO CORRUPTO
Pero la “democracia” norteamericana actuó como lo hace mayormente cuando defiende a uno de los suyos, y así, al descaro, el juez federal William H. Walls sobreselló el caso, lo cual hizo decir a uno de los fiscales que Robert Menéndez era tan poderoso como corrupto.
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