VOCABLOS: Bonhomía
especiales

Imagen tomada de Internet
Una persona buena, sencilla de carácter y comportamiento afable, bondadoso y honrado es lo que resume el término bonhomía. Así lo definen el Diccionario de la Lengua Española (DLE) y la Real Academia Española (RAE), y el ejemplo que pone esta última es “Se prestó a ayudarnos con la generosidad y la bonhomía que le caracterizaban”.
Es una palabra que no se usa mucho. De hecho, es un sustantivo femenino que fue aceptado por la RAE hace casi un cuarto de siglo nada más, y al menos yo nunca lo había escuchado ni leído, hasta ahora. Y es tan bonito que merece la pena sacar del baúl e incorporarlo a nuestro lenguaje cotidiano, aunque tengamos que hacer un paréntesis para explicar su significado.
Posee un interesante origen etimológico. De acuerdo con varias fuentes bonhomía procede del vocablo francés “bonhomie”, que en ese idioma se usa desde principios del siglo XVIII. A su vez “bonhomie” se deriva del sustantivo y adjetivo “bonhomme”, que en su composición más simple “bon” significa bueno y “homme” es hombre.
O sea, hombre bueno, lleno de bondad con cualidades positivas. Pero no se refiere solo a bondad en un hecho fortuito sino que es concepto mucho más amplio. Bonhomía es cuando una persona realmente tiene una personalidad sencilla y generosa que reparte su humanidad y sensibilidad sin importar a quien.
En resumen, de lo que ya no abunda en este mundo donde cada vez se encuentra menos bonhomía.
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