Una canción con «la fuerza de un país» (+ VIDEO)
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Al final del live que cada martes realiza Buena Fe por su facebook oficial, esta vez transmitido por la emisora Habana Radio, las científicas e Israel Rojas se hacen un selfie.
Foto: CubaSí
Una canción puede contenerlo todo, puede vivir en ella un pueblo: su resistencia, sus esperanzas, su valor. Un país puede hacerse mil veces canción, pero nunca será tan bella ni tan buena como cuando lleva el ritmo y la orgullosa verdad que lo distingue.
Esta es "la canción del año en Cuba", he leído en las redes sociales: 1,7 millones de vacunados para mayo y cerca de 6 millones para agosto con fármacos cien por ciento nacionales. Perdón, esta es la canción del año en América Latina, en África... en cada "oscuro rincón del mundo" a donde llega la luz, otra vez, de mi Cuba, qué linda es Cuba.
El propio autor confiesa que se aterró cuando uno de los jóvenes de Biocubafarma involucrado en los procesos de nuestros candidatos vacunales le pidió dedicar una canción al tema se aterró, porque es conciente de que en esos pequeños envases va una enorme cuota de esperanza, sabe cuánto está esperando este país y muchas otras naciones pobres que van a tener un acceso muy limitado a las vacunas que ya están circulando en el mundo y que tienen puesta fe la en que Cuba pueda alzarse con una fórmula efectiva contra la Covid.
"Esta canción acompaña algo que es inobjetable", afirmó luego de que un par de mujeres de ciencia, las Doctoras Belinda Sánchez Ramírez, Directora de Inmunobiología del Centro de Inmunología Molecular y Dagmar García Rivero, directora de Investigaciones del Instituto Finlay, dejaran claro que ese algo no es fruto de la suerte, sino, efectivamente, de la fuerza de un país que ha invertido en la biotecnología y el desarrollo científico, que ha trabajado sin descanso para desarrollarse contra viento y marea, por todos y para el bien de todos.
Y claro que les cuesta asimilarlo a los que viven de la mentira, pero ante los hombros felizmente doloridos que se multiplican, ante los hechos, no les queda otra que el absurdo, pero al absurdo, también respondió con dignidad el cantautor: "La fuerza de un país trasciende una escasez a la que nos han sometido con el bloqueo, con medidas, con desgracias, con persecución a nuestros barcos, con más de doscientas cuarenta y tantas medidas que nos aplicó el gobierno de Trump para reforzar el daño a nuestro país y también trasciende nuestros propios errores, deficiencias, lo que no hemos sido capaces como cubanos de alcanzar. Pero esta, esta sí no nos la quita nadie, esto sí significa que somos capaces".
Mientras, en los comentarios que llegan constantemente desde Cuba, Venezuela, Colombia, Chile... Estados Unidos, se diluyen las minidosis de odio entre tanto "Amor con amor se paga", "Venceremos", "Cuba Viva"entre tantas bendiciones y agradecimientos a nuestros científicos, a la Revolución, al arte que acompaña y alienta.
Israel Rojas la ha llamado "La fuerza de un país", pero pudo llamarse Soberana, Abdala, Mambisa, pudo llamarse Patria o Fidel, "aquel sol de luz larga". (también lo decían los internautas esta tarde durante el live donde se presentó el nuevo tema de Buena Fe, lo reconocían las científicas, por él, por ese vicio suyo de apostarle siempre a la vida, podemos cantar hoy "más protegidos, más inmunes, más felices")
Pero es que en "La fuerza de un país", de este país, van abrazados y acomodados todos aquellos posibles títulos. Tiene de trova y rumba y tiene... lo que tenía que tener: fiesta y sentido, celebración y denuncia, justos honores y bienvenida "humedad de amor bravío".
En ella se resumen causas: "En este frasco/ se concentran las secuelas/En vez de erigir casinos/Ponerse a sembrar escuelas"; y efectos: "En este bulbo,/ Con evidencias de otredad/Responde esta tierra libre/Que patria es humanidad."
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