Un caballero y su son
especiales

El pasado mes de mayo, Adalberto Álvarez concretó uno de sus más grandes empeños: celebrar en Cuba un Día para el Son, coincidiendo con el aniversario de dos soneros de estirpe: el compositor Miguel Matamoros y el cantante Miguelito Cuní. Son dos entre decenas de grandes figuras esenciales de ese género en Cuba. Hoy hay que sumar otro nombre a ese sitial histórico de la cultura cubana, el del propio Adalberto, entusiasta defensor de un legado, exponente principalísimo de su expresión más contemporánea, maestro de varias promociones de os. No se puede contar la historia de la música popular cubana ignorando sus aportes. Él fue y es uno de los grandes. Cuba llora la muerte de uno de sus más queridos artistas.
Compositor, escritor, arreglista, cantante y pianista, Adalberto consagró al son lo mejor de su obra creativa. Desde sus años de estudiante en la Escuela Nacional de Arte, y mucho antes, cuando siendo niño integraba la orquesta de su padre en Camagüey, demostró dotes extraordinarias. La maestra Alicia Perea lo distinguió temprano entre sus discípulos. No la defraudó. Dirigió por años el conjunto musical de la escuela y estudió a fondo la mejor tradición de una expresión musical que entendió siempre como una cultura, crisol de tradiciones y creatividad popular. Él se sabía parte de una línea ininterrumpida de soneros, garantía de permanencia. Y enriqueció el patrimonio con aportes estilísticos reconocidos por la musicología.
Desde el emblemático A Bayamo en coche, con la mítica orquesta Son 14, hasta sus más recientes creaciones, junto a su agrupación definitiva, Adalberto estuvo siempre entre los más populares compositores e intérpretes de la música cubana. Muchas de las frases de sus temas se incorporaron al gracejo de su pueblo. Su proyección es internacional: es uno de los músicos cubanos más versionados en el continente y es referencia obligada de los cultores de la música popular bailable en la región, del llamado boom de la salsa, que tanto le debe al son.
Lo llamaban el Caballero del Son porque él hizo música con elegancia, distinción y nobleza, sin traicionar sus raíces, que son las raíces más auténticas de su nación.
Leer además:
Falleció El Caballero del Son, Adalberto Álvarez
Entrevista- Adalberto Álvarez: «Yo hago la música auténtica de nuestro país»
- Añadir nuevo comentario
- 2966 lecturas
Comentarios
Yasser Chez
Yasser Chez
Zenaida de Armas
Añadir nuevo comentario