Un caballero y su son

Un caballero y su son
Fecha de publicación: 
1 Septiembre 2021
3
Imagen principal: 

El pasado mes de mayo, Adalberto Álvarez concretó uno de sus más grandes empeños: celebrar en Cuba un Día para el Son, coincidiendo con el aniversario de dos soneros de estirpe: el compositor Miguel Matamoros y el cantante Miguelito Cuní. Son dos entre decenas de grandes figuras esenciales de ese género en Cuba. Hoy hay que sumar otro nombre a ese sitial histórico de la cultura cubana, el del propio Adalberto, entusiasta defensor de un legado, exponente principalísimo de su expresión más contemporánea, maestro de varias promociones de os. No se puede contar la historia de la música popular cubana ignorando sus aportes. Él fue y es uno de los grandes. Cuba llora la muerte de uno de sus más queridos artistas.

Compositor, escritor, arreglista, cantante y pianista, Adalberto consagró al son lo mejor de su obra creativa. Desde sus años de estudiante en la Escuela Nacional de Arte, y mucho antes, cuando siendo niño integraba la orquesta de su padre en Camagüey, demostró dotes extraordinarias. La maestra Alicia Perea lo distinguió temprano entre sus discípulos. No la defraudó. Dirigió por años el conjunto musical de la escuela y estudió a fondo la mejor tradición de una expresión musical que entendió siempre como una cultura, crisol de tradiciones y creatividad popular. Él se sabía parte de una línea ininterrumpida de soneros, garantía de permanencia. Y enriqueció el patrimonio con aportes estilísticos reconocidos por la musicología.

Desde el emblemático A Bayamo en coche, con la mítica orquesta Son 14, hasta sus más recientes creaciones, junto a su agrupación definitiva, Adalberto estuvo siempre entre los más populares compositores e intérpretes de la música cubana. Muchas de las frases de sus temas se incorporaron al gracejo de su pueblo. Su proyección es internacional: es uno de los músicos cubanos más versionados en el continente y es referencia obligada de los cultores de la música popular bailable en la región, del llamado boom de la salsa, que tanto le debe al son.

Lo llamaban el Caballero del Son porque él hizo música con elegancia, distinción y nobleza, sin traicionar sus raíces, que son las raíces más auténticas de su nación.

Leer además:
Falleció El Caballero del Son, Adalberto Álvarez

Entrevista- Adalberto Álvarez: «Yo hago la música auténtica de nuestro país»

 

 

Comentarios

No seria descabellado,(para ser coherentes)en el analisis de la obra ,tnato Humana como Profesional,saber como se han comportado,cada uno de nuestros representantes musicales en esta etapa tan crucial y de definiciones de pertenencia al pueblo que nos vio' nacer y donde nuestros enemigos,no han escatimado en torcer las voluntades de nuestros artistas mas mediaticos. Si ya sé que quienes nos adversan,van a usar el mismo mantra de siempre ... "En Cuba todo lo politizan",diran...Pero pretendiendo olvidar que el "cuento es al revés",pues desde el Deporte hasta la Musica,todos han sido atacados ciberneticamente o chantajeados por los anexionistas,y los mercenarios al servicio de una potencia extranjera,para quienes "el ataque sectorizado"(Contra deportistas,contra artistas,contra funcionarios o contra entidades religiosas)es)es una parte medualr de la Metodologiia Obligada y Escalonada de la preparacion y consolidacion del Golpe Suave,como parte de la guerra de 4ta Generacion.
Gracias por su obra musical y la salvaguarda de nuestro son.
Gracias Adalberto,por su obra musical,pero sobre todo por haberla hecho y defendido desde Cuba,en tiempos en que ser musico es a la vez,privilegio y compromiso con la dignidad de la Cultura del pueblo que la creo',pues los anticubanos,"echan mano"de cualquier medtodo para aparentar que hasta las lumbreras musicales en Cuba,disienten.(Solo por difamar y facilitar la mala prensa contra Cuba)

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.