Conversamos con George Abreu, Edu de Sábados de Gloria

George es, sin dudas, uno de los actores que ha sorprendido, para bien, con su desempeño en Sábados de Gloria, la telenovela cubana que se transmite actualmente en el horario estelar de Cubavisión, sin embargo, su vocación artística comenzó por la plástica ¿cómo fue el viaje hasta la actuación? 

“El viaje de la plástica hacia la actuación fue algo bastante bonito y mágico, pues me di cuenta que tenía mucho que ver en cuanto a la vivencia, la composición en escena, la experiencia de la relación obra – creador, tiene muchos puntos en común”.

Cuando te propusieron el personaje de Eduardo ¿qué te atrapó?

“El personaje de Eduardo me atrapa, justamente, por lo que un poco trato de darle y espero que se vea en el personaje y es que es un muchacho bastante sencillo, tiene una educación emocional muy bonita, es muy sensible, es atento, es detallista, inteligente y sobre todo porque tiene un mundo interior bastante amplio y rico. Eso me atrapó mucho cuando leí el personaje de Eduardo, fue maravilloso interpretarlo. Lo que él vive a muchos les pasa, y me inspiro también en esas tantas personas que entrevisté sobre cómo fue ese salto de asumir su sexualidad; esa responsabilidad, porque tiene una responsabilidad también para con él y para con quienes lo rodean”.

¿Resultó complicado para ti como actor asumir este rol?

Fácil nunca fue, porque el trabajo en escena, y me refiero a todo, ya sea frente a una cámara o en las tablas, nunca es sencillo, nunca es fácil, dado que es un mundo, tanto físico como psicológico, emocional, que tienes que enfrentar y tienes que asumir…

¿Cómo fue el trabajo con Ary Fonseca (Paloma) y Alberto Corona (Javier)?

“Nosotros nos divertimos mucho haciendo esta trieja, simplemente estábamos jugando en escena, un juego muy serio, con mucho respeto, pero divirtiéndonos siempre”. 

Muchos creen que determinadas escenas no eran necesarias dentro de la novela, algunos hasta se sienten ofendidos ¿tú cómo lo ves?

“Muchos se van a ofender, siempre va a haber polémica y eso es bueno, yo me limito a dar opiniones con respecto a esto, pero de modo general, las personas son libres de hacer lo que quieren y, además, lo hacen porque quieren y porque pueden, y eso está bien. Que sean aceptados o no, bueno, ya eso depende de una mirada de otra persona, digamos, donde se denoten sus limitaciones para asumir este tipo de comportamiento, que no es para mí mal visto siempre que sea desde el amor, desde los sentimientos, que es lo que tratamos de reflejar en la novela y está simplemente superficial en la carne o puramente sexual, sino que aquí hay algo más profundo, se mueven sentimientos, emociones que todo el mundo tiene y simplemente quieres compartir con otra persona, o sea, el mundo amoroso es bastante extenso y las personas quieren experimentarlo, vivirlo, asumirlo a su manera y me parece, a mi modo de ver, acertado”.