Trump, en posesión de más de 700 páginas de documentos secretos
especiales
Partidarios de Donald Trump protestan en las oficinas del FBI en Boston, el pasado 21 de agosto. Foto: Afp
Donald Trump se llevó más de 700 cuartillas de documentos oficiales secretos a su residencia privada en Florida, incluyendo algunos con el nivel máximo de secreto oficial, cuando dejó por última vez la Casa Blanca en enero de 2021, revela una carta de los Archivos Nacionales.
La carta redactada por Debra Steidel Wall, encargada en funciones de los Archivos Nacionales -deposito federal donde cada presidente saliente debe entregar todo documento gubernamental- fechada el 10 de mayo de este año, expresa la “alarma” dentro del Departamento de Justicia cuando investigadores se enteraron de la existencia de documentos marcados oficialmente como secretos que los abogados de Trump habían entregado a las autoridades en enero y sus sospechas de que había más en la mansión y club privado del ex presidente conocido como Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida.
Más aún, la carta confirma que algunos de los documentos que tenía Trump están relacionados con “Programas de Acceso Especial”, que son algunos de los secretos oficiales más delicados del país, incluyendo programas clandestinos que se llevan a cabo en el extranjero o sobre tecnologías ultrasecretas.
La carta, divulgada hoy por los Archivos Nacionales después de ser publicada primero por un medio ultraconservador, describe la preocupación sobre los documentos oficiales secretos en posesión de Trump desde el año pasado, y cómo eso llevó a una primera negociación para obtener unas 15 cajas de documentos y otros materiales guardados en Mar-a-Lago en enero.
Esa primera entrega incluyó más de 150 documentos clasificados, y esto aparentemente detonó preocupación en el Departamento de Justicia y el eventualmente una investigación criminal del asunto, ya que es ilegal que un presidente o cualquier otro tenga documentos oficiales secretos en su posesión.
Entre esos documentos, había materiales de diversas entidades incluyendo la FBI, la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional, y Trump personalmente revisó el contenido de estas 15 cajas a fines de 2021, reportó el New York Times.
Trump y sus representantes hicieron una segunda entrega de materiales almacenados en Mar-a-Lago después de otra negociación que incluyó hasta una visita del jefe de contrainteligencia del Departamento de Justicia en junio.
Pero las preocupaciones del Departamento de Justicia continuaron a tal nivel que se tomó la decisión sin precedente de realizar un cateo de la residencia del ex presidente por agentes de la FBI el pasado 8 de agosto, donde entre otras cosas se confiscaron por lo menos 11 series de documentos secretos más.
En total, las autoridades federales ahora han recuperado de Trump más de 300 documentos oficiales con diversos niveles de clasificación incluyendo “top secret”.
Trump y sus aliados no han dejado de condenar el cateo y toda esta investigación como la continuación de una “cacería de brujas” impulsada por los demócratas.
Sin embargo, Trump aun no ha ofrecido una explicación coherente del porqué se llevó estos documentos secretos que aparentemente abordan diversos temas y asuntos.
La investigación criminal del Departamento de Justicia sobre este asunto continúa.
Mientras tanto, un jurado declaró culpables a dos ultraderechistas de un complot para secuestrar a la gobernadora Gretchen Whitmer. Los fiscales acusaron que Barry Croft y Adam Fox eran “amenazas a la democracia”, ya que habían planeado secuestrar a la gobernadora en 2020 con el propósito de detonar una “rebelión nacional”. El caso ilustró la amenaza de violencia por extremistas derechistas y “terrorismo doméstico” en Estados Unidos, algo que menos de un año después se manifestó en el ataque al Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021. Vale subrayar que Trump, quien era presidente durante este supuesto complot, ha expresado que duda de las acusaciones en contra de los acusados.
Whitmer declaró que el veredicto expresa que “la violencia y amenazas no tienen lugar en nuestra vida política” y advirtió que el caso ilustra la gravedad de amenazas contra funcionarios públicos y la FBI son una extension preocupante del terrorismo doméstico radicalizado… que amenaza el fundamento mismo de nuestra república”.
Añadir nuevo comentario