Según la actriz protagonista de la película, basada en el personaje de Natasha Romanoff de Marvel Comics, su contrato fue violado con el estreno simultáneo tanto en cines como en la plataforma de streaming Disney +.

En la demanda, Johansson argumenta que se garantizó un estreno teatral exclusivo en virtud de los acuerdos con Marvel Entertainment y su compensación se basó en gran medida en la actuación de la película en la taquilla.

Pero la decisión de Disney de poner la película en la emisora Disney Plus al mismo tiempo que llegaba a los cines le costó millones de dólares en compensación.

Disney, argumentó Johansson en la corte, violó el acuerdo con Marvel sin justificación al impedir que la actriz cosechara todos los beneficios del contrato.

La demanda de Johansson podría sentar un precedente para el mundo del entretenimiento.

De hecho, las principales empresas están dando prioridad a sus servicios de transmisión para impulsar su crecimiento.

Esta estrategia tiene importantes implicancias financieras para los actores y productores que quieren asegurarse de que el crecimiento de la transmisión no los perjudique.

"La causa es particularmente triste y angustiosa por su insensible desprecio por los espantosos y prolongados efectos globales de la pandemia del Covid-19", respondió Disney, que explicó que había compensado a la actriz con 20 millones de dólares.