Raúl Torres: no podrán borrarnos la alegría

La cubanidad y la alegría, cuando se comparten, tocan a más. Lo tenía claro el trovador y decidió compartir-multiplicar su canción con grandes músicos de esta isla.

Entre ellos el maestros Frank Fernández,  Manolito Simonet, instrumentistas como Saumel Formell, Eduardo Sandoval, William Roblejo, Rodney Barreto y Abdel González, los populares vanvaneros, Robertón y Mandy,  las voces potentes de Tania Pantoja y Laritza Bacallao, Adonis, de Osain del Monte, el Noro y Vocal Renacer, son algunos de los que acompañan y completan Cubanidad, una canción de esas que se van amasando con tiempo y ganas:

“Este tema era algo que venía rondando ya por mi cabeza, hacerle una canción a todos los cubanos de bien, una canción, sobre todo, por la unidad de todos los cubanos que queremos lo mejor para Cuba, pensemos como pensemos, pero con buena voluntad”.

No importaba desde qué latitud, ni a qué ritmo, en esta canción debíamos caber todos, allí tendría que ir el abrazo que nos debemos hace meses, la hermandad y el ashé que nos definen, esa fuerza con la que enfrentamos cualquier piedra en el camino, allí iríamos los cubanos que se niegan a renunciar a los sueños, las voces que no quieren ser silencio, los que lo tienen claro: “a la hora del cuajo no hay arreglo” y se ponen del lado de su pueblo.

La selección de los invitados estuvo a cargo del Centro Nacional d Música Popular, nos cuenta el propio autor: “Víctor Rodríguez, el director, fue quien se encargó de invitar a los artistas y también colaboró en eso Michel Herrera.  Pero en realidad me pareció súper acertadísimo el elenco que escogieron para esta canción”.

Y la intención del tema comenzó a materializarse desde la propia respuesta de estos músicos de diferentes generaciones, géneros y estilos musicales, pero unidos por cuatro letras suficientes: Cuba.

“Además de que son excelentes artistas, muy queridos por el público, su participación, su voluntad, fue impresionante”, comentó el autor de Cabalgando con Fidel y agregó:

“Accedieron gustosamente a participar en este trabajo con una canción mía, una canción de Raúl Torres, conociendo ya mis antecedentes como compositor de temas comprometidos con la política de nuestros tiempos, de nuestro país, todos saben mi compromiso personal como revolucionario con esta Revolución socialista, creo que eso dice mucho de esos artistas, porque sé no falta quien se prejuicia en ese sentido, no se siente cómodo participando en un tema de un cantautor que ha tenido este trabajo, esta inclinación a cantarle a causas que creo justas”.

Cubanidad es un tema con mucho de lo que esa palabra encierra, con todo diría yo. Es, además, una canción que dice y hace. El propio Raúl agradece cuánto creció en el proceso de creación colectiva:

“Ellos crearon sus propias improvisaciones y eso es algo que me gustó mucho, porque son parte del tema, le aportan. Se convirtieron en coautores, si se quiere decir, de la canción, se apropiaron, se identificaron con la canción, les gustó, la hicieron suya al momento”.

La producción de Cubanidad, también le dejó otros regalos al compositor de Candil de Nieve: … la experiencia de trabajar con Michel Herrera, tan joven, es un músico extraordinario, un arreglista excelente, que me sorprendió mucho con el arreglo que hizo. Hubo un momento que yo tenía mi forma de ver la canción, de cantarla y él, sin embargo, arregló incluso cómo yo debería cantar mi parte. Eso me gustó mucho porque aprendí la visión de él, aprendí a ver la canción desde otra perspectiva y eso es una cosa que a mí no me suele ocurrir, puesto que yo produzco siempre la voz mía en mis discos, no dejo que otros productores me produzcan, sin embargo, en esta ocasión quise que él me dirigiera y salió tan bonito por su  dirección, su producción de mi voz también”.

Y el video, no podía ser menos: “Realmente lo aprovechamos mucho todo el que fue, aprovechamos para ponernos al día. Cuando no estábamos en el video, filmando quiero decir, nos protegimos bastante, siempre nos poníamos el nasobuco después de filmar, mantuvimos el distanciamiento, pero inevitablemente eso no restó el calor humano y a la cubanidad propiamente así como dice el título, que se desborda, realmente nos teníamos ganas todos los  que estábamos ahí, teníamos ganas de conversar, de ponernos al día.

Yo seguí cada adelanto en las redes sociales, traté de husmear cuanto pude en un tema que, por muchas razones, ponía las expectativas muy altas, pero entre la primera nota al piano, la poesía inevitable de la trova y aquella sandunga que siempre nos unge, cupo todo lo prometido ¿qué piensa el trovador?

“El producto final me encantó, sobre todo que se nota mucho la alegría del cubano, las ganas  que tiene de ser feliz a su manera cubana, sobre todas las cosas y también todo lo miserable que puedan hacer algunos para borrarnos esa alegría natural que tenemos. Eso se siente en el video y eso somos nosotros, toda la patria, todo el pueblo cubano es eso. Esa alegría que nosotros transmitimos ahí es algo que jamás podrán borrarnos”.