El presidente de China, Xi Jinping, en el segundo día de su gira por la región de Guangdong, visitó una base militar, en la cual pidió a las tropas mejorar su capacidad para el combate y que se preparen para la guerra, a fin de salvaguardar la soberanía de la nación asiática.

Tras inspeccionar el Cuerpo de Marines de la Armada del Ejército Popular de Liberación, Xi dijo que el objetivo de esta instancia es ser una "fuerza de combate regional multifuncional, de respuesta rápida, para todo clima y regional".

"Deben concentrar sus mentes y energías en prepararse para ir a la guerra y permanecer muy atentos", declaró el jefe de Estado del gigante asiático, de acuerdo con la estatal televisión CCTV.

"Los marines tienen muchas misiones diferentes y las demandas que se les imponen varían (...) Como tal, deben basar su entrenamiento en la necesidad de ir a la batalla ... y aumentar sus estándares de entrenamiento y capacidad de combate", expresó el mandatario chino.

Recordó a los marines su importante responsabilidad de salvaguardar el territorio y la soberanía de China.

Las declaraciones de Xi coinciden en el marco de las tensiones que se producen en el estrecho de Taiwán, isla que China considera una provincia china en rebeldía.

El miércoles pasado, el destructor misilístico estadounidense USS Barry completó un recorrido por el estrecho de Taiwán. La Armada de Estados Unidos (EE.UU.) dijo al respecto que el buque puso de manifiesto "el compromiso de EE.UU. con el libre y abierto tránsito Indo-Pacífico".

En un comunicado, el Ministerio de Defensa de China dijo que el destructor estadounidense, en todo momento, estuvo vigilado por la Armada china.

"Estados Unidos últimamente envía señales falsas a las fuerzas separatistas de Taiwán, socavando gravemente la paz y la estabilidad", manifestó el Ministerio chino y llamó a EE.UU. a cesar este tipo de “actos desestabilizadores”.