Más besos y abrazos
especiales
Fotografía tomada de https://selecciones.com.mx
Recordemos qué fue lo que más nos conmovió durante la pandemia de Covid-19. Sí, es cierto que esa enfermedad devastó el mundo porque murieron muchas personas, la economía quedó destrozada, tronchadas las rutinas. Sin embargo, uno de los aspectos que más sobrecogió fue limitar el contacto con los demás.
Obligarnos a estar aislados, y ser estrictos en ello, fue la manera más certera de mantenernos saludables, sobre todo antes de crear antídotos. Pero eso significó traumas. Muchas personas debutaron con crisis nerviosas, se sentían solas, desorientadas, además de tantos otros rezagos mentales. Se convirtió en una enfermedad psicológica dentro de aquella otra, y de ese modo vivimos, por primera vez, un fenómeno social de gran magnitud que llegó a cada rincón del planeta.
La razón de por qué el aislamiento dejó importantes perjuicios, en los afectos, se debe a que el contacto físico no solo nos beneficia porque nos complementa el roce, sino, que lo necesitamos para conservar nuestra salud física y mental. Sus efectos son positivos, de verdad.
Ya sé, nada de esto es nuevo. Tampoco es necesario hacer un ejercicio de introspección para imaginar lo duro que puede ser evitar tocar, abrazar o besar a las personas que queremos, aun teniéndolas a un metro de distancia. Lo vivimos, lo sufrimos. Somos seres sociales, con emociones, y reprimirnos no es nuestra naturaleza, es forzado.
La ciencia refiere que el contacto piel con piel nos libra de muchos males. El abrazo, por ejemplo, se relaciona con la capacidad de disminuir la ansiedad y la depresión. Y es cierto que el impulso siempre es abrazar para calmar o demostrar afecto, y ¡se consigue! Sin embargo, no importa tanto la manera, sino la frecuencia.
Sobre los beneficios, algunos estudios en personas con enfermedades crónicas demuestran resultados satisfactorios, e indican que en todos los casos el contacto alivió los signos de la depresión que poseían. De igual forma sucede con los bebés prematuros, prosperan en su condición gracias a estar en contacto directo.
A continuación, ponemos a su disposición un documental breve de la televisora alemana Deutsche Welle sobre el poder de las caricias.
Añadir nuevo comentario