Quién y cómo les va a explicar por qué se sienten cada vez con menos fuerza, con menos ganas de jugar, por qué el vientre les ruge en medio de tanto desamparo.

Es demasiado terrible. Habría que inventar palabras, blindarse de un modo imposible el alma, para poder darles a esos niños algunas ¿razones?, para consolarlos mientras… mueren de hambre.

Hasta escribirlo duele, se hace difícil. Pero la realidad anda gritando: "La Franja de Gaza está a punto de ser testigo de una explosión de muertes infantiles evitables que agravaría el ya insoportable nivel de mortalidad infantil en Gaza".

Lo declaró el director ejecutivo adjunto de Acción Humanitaria y Operaciones de Suministro de UNICEF, Ted Chaiban, y agregó que si el conflicto entre Palestina e Israel no termina ya, “la nutrición de los niños seguirá cayendo en picado, provocando muertes evitables o problemas de salud".

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Uno de cada seis menores de dos años (el 15,6%) sufre desnutrición aguda. De ellos, casi el 3% padece emaciación grave, la forma de desnutrición más peligrosa para la vida, que expone a los niños pequeños al mayor riesgo de complicaciones médicas y muerte, a menos que reciban tratamiento urgente.

Son datos que revela el más reciente Análisis de la situación y vulnerabilidad nutricional en Gaza, publicado el lunes último por el Grupo de Nutrición Mundial.

El estudio subraya que esas cifras, recogidas en enero, podrían ser aún más dramáticas en el presente, e insiste en que la situación es especialmente extrema en el norte de la Franja de Gaza, donde hace semanas no reciben prácticamente ninguna ayuda.

Antes de las hostilidades de los últimos meses, la emaciación en la Franja de Gaza era poco frecuente, con sólo un 0,8% de niños menores de 5 años con desnutrición aguda. La actual tasa del 15,6% entre los menores de 2 años en el norte de Gaza, evidencia un grave y rápido declive. Semejante descenso del estado nutricional de una población en tres meses no tiene precedentes a escala mundial, precisa el texto.

Lo mismo Unicef que la OMS, que el Programa Mundial de Alimentos, han denunciado tal drama y alertado sobre la urgencia de detener la situación bélica entre Israel y Palestina para impedir que continúen incrementándose las muertes de niños en la Franja de Gaza.

Desde el 22 de diciembre último, Unicef ya se pronunciaba sobre el riesgo de hambruna en la Franja de Gaza. Advertía entonces sobre los “niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda” que ya hoy se traducen en muertes.

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Luego de 20 semanas de guerra, los alimentos y el agua potable se hacen cada vez más escasos en la Franja de Gaza, a la par que proliferan enfermedades y la desesperación.

No cesan los bombardeos, tampoco deja de crecer el número de heridos y fallecidos, de familias y personas destruidas por el dolor y el más absoluto caos.

Si no existen palabras ahora para explicarles a esos niños que están muriendo de hambre, para consolarlos, ¿cuáles serán aquellas con que explicar a las generaciones por nacer este espantoso holocausto del que hoy somos testigos?