La Ley Antidisturbios y la doble moral de la mafia anticubana de Florida
especiales
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó la ley “antidisturbios” en la oficina del sheriff del condado de Polk.
El pasado 16 de abril, en un acto celebrado en Miami en memoria de los mercenarios caídos en la fracasada invasión de Playa Girón, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, afirmó:
"Los miembros de la Brigada de Asalto 2506 se levantaron contra la represión y una ideología inmoral, se levantaron por la libertad", el mismo "espíritu", acotó, que "anima a las personas de todo el mundo que luchan contra cualquier forma de totalitarismo".
De acuerdo con la agencia EFE, el gobernador identificó el "espíritu" que definía a la Brigada de Asalto 2506 con el mismo que impulsó las protestas contra el comunismo en Tiananmen (China), que tiñó la caída del muro de Berlín hace 31 años, o que alienta en los cubanos que siguen arriesgando sus vidas echándose a un mar para salir de la isla.
"Mientras yo sea gobernador de Florida, este estado será dirigido por el espíritu de la Brigada de Asalto 2506", sentenció el gobernador, quien, además, advirtió que ese espíritu de "lucha por la libertad" marca también esta hora en Estados Unidos, en la que, afirmó, "estamos luchando contra la censura política".
Casi 72 horas, el mismo tiempo que sobrevivió la Brigada mercenaria en las arenas de Playa Girón, bastaron para saber a qué tipo de "lucha por la libertad" y contra el "totalitarismo" se refería DeSantis en los Estados Unidos.
En Florida, se aprobó una ley antidisturbios que regula la acción policial en las protestas. @jpernalete, de la #VozdeAmérica, nos dice que expertos en legislación consideran que la normativa estatal es anticonstitucional. pic.twitter.com/aR8anMWU6G
— Voz de América (@VozdeAmerica) April 21, 2021
Para luchar contra la "censura política", el gobernador de Florida promulgó el lunes el proyecto de ley “antidisturbios” de Florida, una medida que da vía libre a los poderes de las fuerzas del orden para reprimir disturbios civiles.
“Si nos fijamos en la amplitud de esta legislación en particular, es la legislación más fuerte en contra de los disturbios y a favor de la aplicación de la ley en el país”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa en Winter Haven. “No hay nada que se le parezca”.
La singularidad de la "libertaria" legislación consiste en silenciar, o sea, censurar, cualquier tipo de manisfestación como las que se tenían previstas por parte de las minorías, en caso de que el policía que asesinó a George Floyd hubiese sido absuelto.
A pesar de que Florida fue uno de los estados menos afectados por las protestas antirracistas que inundaron el país en el verano pasado, el proyecto "antidisturbios" de DeSantis busca proteger a las fuerzas del orden y la propiedad privada contra los alborotadores. “Si alborotas, saqueas, y haces daño a los oficiales, durante un disturbio, vas a la cárcel”, aseguró el gobernador.
Grupos de derechos civiles se oponen a la ley por su carácter racista, antinorteamericano y anticonstitucional. La misma infringe el derecho de la Primera Enmienda a protestar pacíficamente y le permite a las fuerzas del orden acusar a los organizadores y a cualquier persona involucrada en una protesta, incluso aunque no haya participado en actos de violencia.
“El problema con este proyecto de ley es que el lenguaje es tan amplio y vago... que captura a cualquiera que esté protestando pacíficamente en una protesta que se vuelve violenta sin tener la culpa”, dijo Kara Gross, directora legislativa de ACLU Florida. “Aquellos individuos que no se involucren en ninguna conducta violenta bajo este proyecto de ley pueden ser arrestados y acusados de un delito grave de tercer grado y enfrentar hasta cinco años de prisión y la pérdida del derecho al voto. El objetivo de todo esto es infundir miedo en los floridanos“.
Además de proteger los monumentos confederados, estatuas y propiedades históricas, la ley también crea una categoría amplia para el arresto por delitos menores durante las protestas, y a cualquier persona acusada bajo esa disposición se le negará la libertad bajo fianza hasta su primera comparecencia ante el tribunal, porque según aseguró el "democrático" DeSantis, eso evitaría que la gente se una a las protestas en curso.
La legislación crea un nuevo delito de “disturbios agravados” que conlleva una sentencia de hasta 15 años de prisión, y un delito de “intimidación de turbas”, definido como tres o más personas que “actúan con una intención común”, que obligan, o amenazan con obligar, a otra persona a adoptar un punto de vista en contra de su voluntad.
Como si fuera poco, entre otras propuestas "antitotalitarias", la ley, que ya entró en vigor, además de convertir el bloqueo de una carretera en un delito grave, otorga inmunidad legal civil a las personas que atropellen con su auto a los manifestantes que bloqueen con su presencia una carretera, lo que, según los detractores, podría haber protegido al nacionalista blanco que atropelló y mató a la contramanifestante Heather Heyer durante el tumulto de Charlottesville en 2017.
Extraña manera la de Ron DeSantis de "luchar contra la censura política" mediante la mordaza y el atropello del disenso de las víctimas de la cotidiana represión policial.
El espíritu de la "libertaria" ley para “combatir el desorden público” es otra muestra de cuál es la "democracia" que las hordas neofascistas republicanas intentan implantar en los propios Estados Unidos, y otra prueba de la doble moral y cinismo de algunos de los miembros de la mafia anticubana en ese estado.
Hasta ahora, que se sepa, los también padrinos y admiradores de la derrotada Brigada 2506, Marco Rubio y Mario Díaz-Balart —los mismos que alientan y financian los disturbios en Cuba—, no han presentado ninguna resolución en el Senado de EE.UU. para solidarizarse con los negros, los latinos y los activistas independientes de Florida que reclaman su derecho a protestar por el hecho de ser vilmente asesinados.
- Añadir nuevo comentario
- 3015 lecturas
Comentarios
Carlos de New York City
Loro
enrique
Añadir nuevo comentario