La Bienal en Matanzas llega a Alboa, una estación en El Camino
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Albaoa es un proyecto de manejo sostenible de tierras de la actividad agroforestal ubicado en el Valle de Yumurí. Eso y también una apuesta por el arte como complemento oportuno de cualquier buen empeño.
La joven Claudia Ortega, una de las que ha impulsado esta experiencia, afirma: "Llevamos tres años transitando por los caminos de la agricultura y del arte". Sin embargo, fue el proyecto El camino, que forma parte del capítulo matancero de la Bienal de La Habana, lo que nos llevó hasta Albaoa, un sitio que debe su nombre a una de las leyendas aborígenes de la Atenas de Cuba.
Sobre el funcionamiento de la finca explicó: "Los principales cultivos son forestal, café y cultivos varios, nuestras actividades se enfocan en un concepto de protección medioambiental, reforestación de la franja hidroreguladora del Río Chico, siembra de árboles maderables como es el cedro, la caoba africana, el roble y además tenemos intercalado el café arábigo".
"Esto es un proyecto que viene caminando hace dos años, una idea que surgió de vincular el arte y la naturaleza. Futuramente este será un lugar para talleres de capacitación, de intercambio cultural, donde se pueda enseñar a los niños de la zona interesados en el arte. Habrá un grupo de obras emplazadas en el lugar vinculadas con la naturaleza. Queremos expandirlo también a los lugares aledaños", declaró al artista Dariel Lozano, otro de los que da vida a esta iniciativa.
Y efectivamente, allí no solo se cultiva la tierra: "Paralelo al trabajo agrícola esto contamos con talleres de cerámica, carpintería, herrería que tienen un impacto en la comunidad como fuente de empleo. Todo esto con el fin de fomentar el desarrollo local y abastecer a la comunidad", aseguró Claudia.
Dariel resaltó que todo se conecta en Alboa: "los propios talleres de cerámica pueden ser útiles a la agricultura pues, por ejemplo, aquí en el Valle del Yumurí hay un déficit de abejas. Las abejas meliponas son abejas locales y las casitas que se les puede hacer a este tipo de insectos pueden ser hechas de barro. Es la idea de vincular la naturaleza y el arte".
La propuesta de insertar la finca en la Bienal surge a partir de una invitación del taller del Lolo, uno de los más importantes creadores visuales de la ciudad, a Dariel y a Claudia para que brindaran el espacio natural como una estación en el proyecto "El camino".
Se trata de un proyecto que busca romper los fatalismos geográficos que ubican a Matanzas como punto de paso en la ruta entre la capital y el balneario de Varadero y convertirla en destino a través del arte y en la estación de Alboa encontramos una exposición al aire libre de pintura y escultura.
Durante la inauguración se realizaron actividades para los niños, los invitados pudieron decorar sus propias vasijas de barro para una demostración en vivo de la técnica del rakú, un espectáculo bellísimo, pues se sacan las piezas al rojo vivo y se colocan entre la paja, lo cual provoca resultados completamente imprevisibles. Hubo descargas con músicos, un performace con pintura corporal del artista de la plástica Alexis Placencia y una pasarela de la diseñadora María del Carmen García. Toda una fiesta donde naturaleza y arte se confabularon a favor de la sana belleza.
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