Kiki Corona: Las canciones no tienen edad

Y quién mejor que él para decirlo. Nadie mejor, ni más puntual que ahora, justo cuando celebra los 35 años de canciones compuestas para los niños. Son ya, por lo menos, tres generaciones de cubanos y cubanas que hemos crecido con la música de este excelente compositor, productor musical e intérprete. 

Para celebrarlo, Egrem, la casa discográfica que ha acompañado toda su obra, presenta un nuevo álbum: Lo mejor de mí. Virginia Guantanamera canta a Kiki Corona. Un material que llega con muy buenos augurios; mejores, si los firma Radamés Giro:

«Todos llegarán a la conclusión de que, sin hacer concesiones al facilismo ni al comercialismo, a los niños y niñas les va a parecer un disco muy agradable para escuchar, jugar y compartir en sus cumpleaños, pues precisamente para nuestros enanos se ha hecho esta fiesta con todas las virtudes de Kiki Corona como compositor y ser humano».

Incluso antes de escucharlo, Lo mejor de mí... comienza a enamorar y despierta nostalgias, pues, al decir de la musicóloga Heydi González, «el diseño fue hecho con toda intención tomando las figuras que identifican a la discografía anterior de Kiki. Ahí vemos las ilustraciones que fueron hechas para El bolsillo del duende, para Los cazadores de cuentos, personajes de discos anteriores dedicados a los niños y que, de alguna manera, se recrean para dar desde la visualidad que es un compendio de toda la mejor música que él ha hecho en 35 años, porque es imposible también incluir en un solo disco 35 años de vida artística y de creación. Esa es la intención del arte final del disco».

Pero allí está también, vestido de torero, el niño que fue y se niega a dejar de ser Kiki Corona; y es que pareciera que, en su mundo, la infancia puede ser eterna, como la música: «En este disco hay como cuatro canciones que son del año en que yo comencé a escribir música infantil, precisamente cinco años después de que comenzó mi carrera de músico», nos cuenta Kiki, y claro, ¡no lo sabrá una que ya se debatió en aquella cuestión vital entre pececito y pescadito!

«La nana de las mariposas, Tino el delfín, La ronda del pececito, todas esas canciones acaban de cumplir 35 años. Pero hay una en particular que es muy atemporal también, para mí es la más atemporal, porque cada una de las generaciones que ha escuchado La nana de las mariposas la ha interpretado a su manera, y aunque uno cambie las orquestaciones, se escucha exactamente igual, porque la emoción no tiene edad; es decir, uno no puede contextualizar la emoción en un tiempo particular, porque el lirismo no tiene edad, porque la sensibilidad no tiene edad, porque los niños siempre van a ser niños, independientemente de todo lo que, a lo mejor adverso, los puede rodear, porque son las mismas querencias que yo tuve cuando fui niño hace muchísimos años y, sin embargo, los niños de hoy también las pueden interpretar y además, los padres, porque este es un disco muy familiar».

De hecho, esta producción incluye tres bonus track que confirman las palabras del autor: dos de ellos, con las versiones originales de la década del 80, precisamente de La nana de las mariposas y la Canción del arcoíris, con la que por años recibimos en casa a Tristolino y Alegrina. 

El resto de los temas, diez canciones entrañables, como la dedicada a Teresita Fernández, Tino el delfín o Princesita del mar, fueron interpretadas por Virginia Orihuela, una de las felices «culpables» de este regalo musical; pero mejor que nos lo cuente el propio Kiki:

«Virginia es una muchacha extraordinaria, no solamente por sus dotes musicales. Tiene una preparación vocal, ya técnicamente hablando, importante; tiene unos recursos vocales muy interesantes, pero, además, es un ser humano invaluable.

«Yo no conozco personalmente a Virginia Guantanamera, es decir, ella se acerca a mí porque quería cantar una canción mía. Hicimos, como primer intento, cuando comenzó la pandemia, a finales de marzo, La nana de las mariposas, y después nos embullamos, conversamos, y entonces ella me manda una solicitud de diez canciones. Yo, por supuesto, gustoso hablé con mi disquera, que es la Egrem; enseguida fueron muy solícitos y lo hicimos en tiempo récord».

Quizás estemos en presencia de la primera producción discográfica cubana hecha completamente por teléfono, comenta Kiki, quien asegura que de La Habana a Madrid (donde radica Virginia) viajó mucho más que música. De hecho, el fonograma todo es mucho más que buena música: «Yo creo que, más que de mi tiempo como compositor para niños, es el resultado del amor y el cariño que uno un día otorgó; eso se revierte: cuando uno da amor, eso necesariamente regresa, es como una pelotica contra una pared».

Entre tanta obra dedicada a los niños, ¿qué tiene de particular Lo mejor de mí…? —preguntamos. «Muchas cosas», responde el autor, y explica: «primero, el maridaje entre una voz excepcional, que es la de Virginia Orihuela, y mi acercamiento mucho más fraterno, como siempre fue, con Eddy Cardosa y con Carlitos Cartaya.

«Tiene de nuevo orquestaciones mucho más contemporáneas, es decir, está hecho en un mundo mucho más potable para los niños de hoy y para los padres de hoy. Hay un abanico extenso de todos los géneros de la música afrocubana, afrocaribeña; hay son, hay quiriba. Es decir, hay un espectro grande, porque, además, yo soy un acucioso defensor de la profunda música cubana, no solo de la africana, sino también de la española; entonces hay una presencia importante de 3x4 y 6x8, hay una tonada Carvajal y hay cosas lundú, cosas ácara; hay mucho ambiente ahí musical que rodea todas estas canciones con nuevas orquestaciones».

Ese apartado lo compartió Kiki con Eddy Cardosa, mientras que Cartaya aseguró un exquisito trabajo de voces en una producción que podría llegar como bálsamo en estos tiempos. Al menos, así lo entregó Kiki Corona:

«Yo pienso que va a ser interesante y, además, fue muy rico hacerlo; fue muy divertido y, al mismo tiempo, yo creo que va a ser muy placentero que la gente reciba este disco en medio de toda esta incertidumbre mundial. No me refiero a la cubana, porque nosotros estamos muy claros en lo que queremos, pero en medio todavía de la desazón de la pandemia viene muy bien recibir un poco de canciones de antaño que hoy regresan renovadas, en una voz privilegiada».