Hay quien se juega una medalla y hasta la vida para no manchar su moral
especiales

Enrique Arredondo jamás olvidó aquel trance que puso en peligro su existencia, y lo contaba sin creerse héroe por la actitud asumida: “En los años 34 y 35, Batista impuso el terror. Se cometieron muchos crímenes y también se estableció el palmacristi para castigar a los que atentaran contra el poder del dictador, aunque en verdad lo que obligaban a beber era aceite de aeroplano. Varios artistas fueron víctimas del palmacristazo. Entre ellos, José María Bringas, el famoso bailarín Julio Richard, que era también un buen catcher, y mi hermano Rafael”.
Después de una pausa y reflejar con gestos el amargor de la penalidad, continuó rodeado de esos recuerdos nada agradables :“Estaba haciendo la obra Cuba se va y me entero de que uno de los palcos lo ocupaba la alta oficialidad batistiana. Yo salía a escena cantando una cuarteta que decía: No me pidan ya más coplas/ porque me encuentro muy triste/ pues me han ofrecido/un litro de palmacristi. Federico Villoch, uno de los empresarios del Alhambra me mandó a buscar y me dijo: “Hoy no van las cuartetas”. Le respondí: “Pues van.” Fueron y el público se las hizo repetir seis veces. Llegó a pensar: “Hoy se me acaban mis días. Pero se calmó cuando vio que en aquel palco la oficialidad se reía. Y es que esos tipejos se vanagloriaban de sus crímenes.
Atenas 2004
El abanderado de Irán es Arash Miresmaelli, doble campeón mundial de judo y as de Asia en los 66 kilos. Es el favorito para obtener el título en la edición 28 de la magna cita. Mas el deportista no comparece ante su primer combate. No está lesionado, aunque el traumatismo desgarra su alma: "No puedo manchar mis manos al tocar una persona de esa nacionalidad que oprime a los palestinos"· Pese a que no todos los expertos lo comprenden, muchos expresan: "Sacrificó su medalla para mostrar su solidaridad con ese pueblo".
Nuestro Tío Tom no es el sumiso estadounidense
Aunque Gonzalo Nicolás Ascencio Hernández Kesel, conocido por Tío Tom, murió en el 10 de febrero de 1991, dicen que lo han visto, lo han sentido por su pequeña patria, Cayo Hueso, o recorriendo Atarés, tan amado por él; más allá, por cada rincón de La Habana, por toda Cuba, guaguancoseando sus creaciones: Bombón, ¿Qué quiere la niña?, Corazón que naciste conmigo, Tierra Bravfa, Bemba colorá, A la fiesta de los caramelos no pueden ir los bombones,, ¿cY qué me dicen de aquel pregón tan pegado en el gusto popular: Estiro bastidores,/ cunitas de niño/ y cama de mayores…
Como los cubanos son rareza, saben que sus herederos, a veces sin conocerlo a plenitud, han continuado lo mejor de las generaciones culturales anteriores, su sabor para cantar y bailar, y no se meten en una torre para escapar de los problemas. Lo usan para combatir lo mal hecho, venga de donde venga sin temor a las consecuencias
¿Acaso no se jugó la vida para atacar durante el gobierno de Prío aquel ultraje de los marines yanquis que orinaron la representación de Martí en el Parque Central? Cubanos, ¿dónde están los cubanos? /Yo quisiera saber dónde están los cubanos / Cómo los americanos/ han venido desde afuera /a atropellar la bandera / y la estatua de un mártir cubano…/ No era el sumiso negro Tío Tom de los gringos, utilizado desde un libro, no es el único, para educar en ese espíritu y otros peores, a un pueblo.
El mandatario calló, los culpables no fueron castigados y quienes protestaron contra el hecho en esos mismos instantes recibieron maltratos físicos, mientras los esbirros custodiaban a los victimarios. Esos salvajes escaparon de la justicia mientras Tío Tom fue condenado a seis meses de cárcel por esa pieza.
Gente de abajo, demostrativa de que de un solar como el llamado El Modelo, donde vio la primera luz tan obstaculizada por la etapa, el 5 de abril de 1919, emergía a pesar de la neblina circundante, aportes superiores a la cultura, a la verdadera cubanía que desde los palacios y los negocios Esta era su Revolución. la que había soñado y que había traído con su obra de alguna manera. Su canto de amor, picaresco, patriótico se puso más al servicio de su país, de lo humano, jamás por mandato o fanatismo sin pedir algo a cambio.
El gran rumbero no se marginó cuando el embajador español, el franquista Lojendio, interrumpió un programa de televisión en vivo donde hablaba Fidel, quien supo ridiculizar con la respuesta al atrevido allí mismo Antes del regreso lógico a su país por la acción antidiplomática, Tío Tom le dedicó una rumbita y a ese ritmo miles lo fuimos cantando y bailando frente a la embajada hispana: Allí la uva, aquí la caña/ señor marqués, póngase las alpargatas / y váyase para España…
París 1900: Con Fonst, amo de la espada
Ramón Fonst ya había tocado en dos ocasiones a su rival, el francés Louis Perrée. en la final de la espada de la segunda edición olímpica. A sus 17 años es un genio de la esgrima., Ha vencido a sus profesores, entre ellos, el galo León Sée, enviado al bronce. No obstante, tiene a los jueces y a considerable parte del público en contra. Hasta algunos exaltados lo han mandado volver a las aulas y dejar a los consagrados tranquilos. Al combate: otro claro espadazo del cubano. Perrée se da cuenta del titubeo de los árbitros Rompe el silencio: Señores, me ha vuelto a tocar: me ha vencido. Sus palabras pesan en el veredicto; Ramón Fonst es el triunfador y se convierte en el primer deportista latinoamericano conquistador de una corona olímpica.
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