Evocación del poeta Jesús Cos Causse

El inspirado Jesús Cos Causse figura entre quienes han dado brillo a nuestra poesía. Su obra vive más allá del tiempo.  De sus versos surgieron libros como los titulados Con el mismo violín, 1970; El último trovador, 1975; Las canciones de los héroes, 1975; Escribo Fidel, 1976; De antaño, 1979; Las Islas y las luciérnagas, 1981 y El poeta también estaba en la fiesta, 1999.

El también bardo y crítico, Guillermo Rodríguez Rivera, al referirse a la impronta de Cos Causse, lo definió como portador de “un lirismo que se diría natural y una innegable capacidad para apresar la armonía de una situación dada”.
 
“La voz infinita y múltiple del pueblo” está en la obra del cantor. Un lenguaje sin complicaciones estilísticas, sencillo y directo, que bordea casi siempre lo coloquial, sirve de fuerza poderosa a sus alegatos.

Crear poemas plantea un desafío a las búsquedas estéticas, o las nuevas formas que pueden lograrse o no. Cos Causse no fue ajeno a ese camino; más bien transitó por él.

En su libro Con el mismo violín, se desplaza en el tiempo. Rumor de evocaciones. Para definir su poética acude a los duros años de la niñez. El canto rememora la vieja herida: “Poesía es mi madre/ El hambre como primer juguete de la infancia/. La tierra que sepulta una parte de la familia. El machete del abuelo durante la Guerra de Independencia/ y esta isla de una historia en cada piedra”.

En su acento recuerda a los poetas de nuestro parnaso que “pulsaron la lira hasta el sufrimiento”, y se duele de la muerte que se los llevó de golpe. El trovador se identifica con Heredia, a quien el destierro destroza la ternura. Habla de Tula, que soñaba demasiado, de Milanés con su locura hermosa; del Cucalambé que califica de lira errante, sinsonte de la poesía.

En este revivir se acerca a Juana Borrero y a Julián del Casal desde la nostalgia misteriosa que encierran esos nombres.

En sus poemas también están los héroes, cuya dimensión traza, pero a quienes presenta tal como son, hombres de carne y hueso que aman, gustan de la música, la poesía, y sienten las tristezas del alma. Abel, Renato, Tassende están en la piel y el corazón del autor que hizo suyas las palabras de Martí: “Nosotros tenemos héroes que eternizar”.
 
Para una biografía

Poeta, antólogo, dramaturgo y periodista, Causse nació el l5 de octubre de 1945 en Santiago de Cuba. Tuvo que trabajar de niño para ayudar a la economía familiar.

En 1982 mediante una beca pudo realizar los estudios de bachillerato y los de agronomía. Como poeta dio a conocer su obra en El Caimán Barbudo, La Gaceta de Cuba, Unión, Santiago y la revista Revolución y Cultura... Colaboró con  publicaciones en el extranjero.

Fue vicepresidente de la UNEAC, en Santiago de Cuba, miembro de la Unión de Periodistas de Cuba, presidente del Taller Internacional de Poesía el Caribe y el Mundo y del Congreso Mundial de Poesía. Además, segundo secretario de Asuntos Culturales de la Embajada de Cuba en Jamaica, asesor del Ministerio de Cultura y miembro de la Sociedad de Amistad Cubano Americana. Falleció el 23 de agosto de 2007, en Santiago de Cuba. Tenía 61 años.

De Cos Causse, su hermoso Homenaje, dedicado a José María Heredia:

Yo diría  que  usted  puso  cada  agua en su  fuente,
que dejaba detrás  de cada verso algún ruido  del corazón.
Todavía  su lira está temblando, todavía su caballo
levanta, en loca  carrera, espuma  con   los  cascos.
Ahora usted  es  el  polvo  que  recordamos; el recuerdo
lo inventó  un poeta  cuando supo que  la muerte  existía.
El destierro destroza  la  ternura, Dígame como es nuestra  
           isla
desde  la cubierta del  barco  que  se  aleja, dos   lágrimas
                                   o un verde  ardiendo en  la distancia.
No  conocí  a  Emilia,    pero  presiento  que  tenía  algo
                                                         de  abeja  entre  las  flores
Ya  no escribimos  como  usted,  la poesía de  hoy
tiene el rostro
                                                   más  herido, pero  sepa
 que en su esencia  permanece  encendida  la  misma
                                                                     esperanza.