«Esta experiencia me ha hecho un hombre»

Se llama David Matamoros Carrasco y viajó desde Bayamo, Granma, hasta San Luis, Pinar del Río, para echar una mano a quienes más lo necesitaban y, bajo un sol que arde, con el cansancio acumulado de casi un mes de trabajo intenso, lo primero que hace es agradecer:

«Con el pueblo de Pinar del Río estamos muy agradecidos, son gente muy buena, nos atienden de maravillas, se ponen contentos cuando nos ven por los caminos llenos de matas, donde el transporte no puede llegar y nosotros explicándoles sobre la situación que tenemos, les damos ánimos, les decimos que aquí estamos. Ellos con un ánimo tremendo, nosotros ayudando también; yo le regalé agua de la que nos dieron a una embarazada, que para eso estamos los cubanos, para darnos la mano».

Resulta que cuando pone en la balanza los 924.2 km que, según san Google, recorrió para apoyar la recuperación tras el paso implacable de Ian por la provincia más occidental de Cuba, a este joven liniero de la Empresa de Telecomunicaciones (ETECSA) le pesa más que el sacrificio el crecimiento personal:

«Te voy a hablar bien claro: esto me ha hecho hombre en la vida, me ha desarrollado, porque además de que aprendes cosas de los linieros con más experiencia, estás albergado, tienes que lavarte tú mismo... esta experiencia me ha desarrollado muchísimas cosas».

Cuando lo convocaron, le faltaban aproximadamente dos meses para cumplir su primer año en este trabajo. 

¿Qué pensó, qué hizo? «Nada, coger los maletines, echar ropa y venir para acá a cumplir con la Revolución. Aquí estamos los linieros de ETECSA para recuperar las comunicaciones para la población».

¿Sin miedo? «Claro que no, aquí más bien le cogí más amor a este trabajo».

La novia se quedó en Bayamo, un poco triste, me cuenta, «pero ella es fiel a mí y yo a ella también, entonces, como si hay que pasarse otro mes aquí; que cuenten con nosotros los granmenses, aquí hasta que haga falta».