EN GALERÍAS: Rancaño, en obra y espíritu
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El Museo Nacional de Bellas Artes ha inaugurado este viernes en su edificio de Arte Cubano la muestra Como estatuas de sal, que incluye varias obras del artista Ernesto Rancaño (1968-2022).
Era un sueño del pintor, fallecido hace un año, en su más luminosa plenitud. Y el principal espacio expositivo del país se lo cumple, con el dolor de su ausencia, para satisfacción de sus muchos amigos y admiradores.
Rancaño era un ser de luz, y en su creación esa diafanidad se explicitaba en metáforas poderosas, de inspiradísimo lirismo.
La elegancia de la línea, la belleza del entramado, las muchas y nunca banales implicaciones... distinguieron un cuerpo pictórico que recreó desde la historia íntima del ser humano hasta su proyección política y social, pasando por una visión poética de la historia.
Todo ese torrente creativo está en la muestra, que se exhibe en la sala transitoria del segundo piso del edificio.
La curadora, Delia Maria López Campistrous, escribe en su nota en el plegable: "Artífice de depurada sensibilidad, reconocido por la maestría de su pincel y de sus trazos, creador de un imaginario de símbolos que identifican una producción amplísima y prolífica; este relevante artista de la plástica cubana contemporánea se insertó en las tendencias postmodernas combinando disímiles lenguaje que van desde la cita de técnicas de tradición pictórica, al objeto y la video instalación, sin abandonar nunca ese hálito surreal y onírico de su obra".
Ciertamente la creación de Rancaño parece materia de ensoñaciones. Es poesía de lo cotidiano y lo extraordinario, reinvención de mitos, figuración pródiga.
La exposición estará abierta hasta el 23 de abril.
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