El Ramadán también se celebra en Cuba
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Foto: tomada de PL
El Ramadán, desde el 22 de marzo hasta el 21 de abril, es el mes más esperado por los practicantes del Islam, y en Cuba, la comunidad musulmana se une a dicha celebración.
Marcada por el sincretismo cultural y religioso y luego de casi cuatro siglos de colonización española y de presencia de esclavos traídos del continente africano, en Cuba predominan la fe yoruba y cristiana, aunque no son las únicas.
Los musulmanes celebramos Ramadán mediante el ayuno desde el amanecer hasta el anochecer para lograr una mayor conciencia con Alá, con Dios, comentó a Prensa Latina Dayana, habanera que practica la religión desde hace dos años.
El calendario islámico se estructura en base al ciclo lunar y está dividido en doce meses de 29 o 30 días y su punto inicial derivó de la Hégira, el momento en que Mahoma salió de la Meca hacia Medina en lo que hoy es Arabia Saudita. Estos meses comienzan y terminan en Luna nueva, por lo que no coinciden con el calendario gregoriano.
Ramadán es el nombre del noveno mes de ese calendario, durante el cual los musulmanes cumplen un ayuno desde la salida del Sol hasta su ocaso.
Se considera “El mes del Corán”, pues fue en esa época del año cuando el profeta Mahoma, profeta del islam, tuvo la primera revelación del libro sagrado.
El ayuno de Ramadán es también uno de los cinco pilares fundamentales de la religión, y de obligatorio cumplimiento para los adolescentes y adultos con capacidad física para realizarlo.
Durante el ayuno, no solo deben abstenerse de comer y beber, sino también de tomar pastillas, remedios, mantener relaciones sexuales o fumar antes de que caiga el Sol.
Dado el nivel de exigencia, pueden dejar de cumplirlo niños que no hayan alcanzado la pubertad, ancianos o personas con enfermedades y mujeres en su ciclo menstrual, embarazadas, lactantes o en recuperación posparto.
En su investigación “Musulmanes en Cuba: entre necesidades espirituales y materiales”, el doctor Luis Mesa Delmonte señala que, pese a que principios del siglo XX, Cuba sirvió como puente de tránsito o estadía para los migrantes del Medio Oriente, no se desarrolló una cohesión grupal de los musulmanes, ni se construyó una mezquita o asociación.
El desarrollo de las relaciones diplomáticas de La Habana con varias naciones árabes e islámicas y la llegada de estudiantes de esos países, produjo un crecimiento del número de cubanos convertidos al islam.
Tras años de gestión continua de Pedro Lazo Torres, reconocido como el primer cubano musulmán, se instituyó finalmente en 2007 la Liga Islámica de Cuba, con él como presidente. Esta busca promover la unidad, el mejoramiento espiritual y los intereses de sus adeptos.
En una entrevista con el blog Isla al Sur antes de fallecer, Lazo reconoció que el país caribeño es muy libre para el ejercicio de las actividades religiosas y advirtió que el islam en Cuba está creciendo rápidamente.
Según datos de la Sociedad Árabe, en 2017 10 mil personas lo practicaban y al día de hoy suman 13 mil.
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