De un solo golpe, el pasado 6 de febrero la destrucción, el caos y la muerte transformaron la faz de varias ciudades de Turquía. Pasadas las cuatro de la madrugada, un primer terremoto de magnitud 7.8 en la escala de Richter sacudía el sudeste de esa nación y, también, el norte de la vecina Siria.

Horas más tarde, una réplica de magnitud 7.5 sellaría la conmoción catastrófica que ya desconsolaba a esos pueblos. La aciaga pesadilla sumiría a 11 provincias turcas «en el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo», según expresó el presidente Recep Tayyip Erdogan.

La enorme «sepultura» en que quedaron convertidas esas regiones y las insólitas imágenes de edificios desplomándose como hojas de papel estremecían hasta las lágrimas. Luego, las cifras de vidas truncadas crecían minuto a minuto. Hoy se calcula que las personas fallecidas rondan las 45 000.

Brigada del Contigente Henry Reeve a su llegada a Turquía. El doctor Juan Carlos Dupuy (a la extrema derecha) intercambia con autoridades del país anfitrión. Foto: Tomada del Minsap

Casi a una sola voz, la solidaridad mundial alistó su ayuda, la cual llegó de muchas maneras. Fuerzas humanas, equipos técnicos y de rescate y recursos materiales comenzaron a llegar para socorrer a las víctimas.

Desde el Caribe, una pequeña isla no esperó para después y de inmediato respondió al pedido internacional de ayuda que realizó el gobierno de Erdogan.

Así, en pocos días, integrantes del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve llegaban a la provincia de Kahramanmaras, una de las 11 más afectadas del país euroasiático.

Foto: Tomada del Minsap

A partir de ese instante, la treintena de colaboradores forma parte de las estremecedoras historias que a diario hilvana el dolor y la tristeza de miles de afectados.

De las experiencias vividas durante esas jornadas difíciles, CubaSí conversa en exclusiva, vía internet, con el doctor Juan Carlos Dupuy, especialista en Laboratorio clínico y jefe del grupo de profesionales.

«La Brigada Médica Cubana en Turquía está compuesta por 32 colaboradores. De ellos, 19 son médicos, y nueve, licenciados. El personal se encuentra laborando en el hospital central de la capital provincial Fazil Shegir, en el Hospital Yurk Selim (dos instituciones clínico-quirúrgicas).

Foto: tomada del Minsap

«Además, tenemos un equipo prestando asistencia a 163 kilómetros de la ciudad de Kahramanmaras —capital de la provincia del mismo nombre—, en la comunidad de Buyuk Yapalak, en el municipio de Elbistan.

«Asimismo, varios médicos de familia y otros expertos salen en ambulancias, diariamente, a brindar atención médica a las comunidades cercanas a esta urbe de Kahramanmaras.

«La aceptación de la población ha superado nuestras expectativas. Todos los pacientes nos agradecen con reverencias y gestos, como el de llevarse la mano derecha al pecho en señal de agradecimiento mayor, según nos dicen aquí».

En cuanto al número de pacientes atendidos por los cubanos, Dupuy explicó que, hasta la fecha, este asciende a más de 2 400 personas en las diferentes especialidades.

Foto: Tomada del Minsap

«Destacan las infecciones respiratorias agudas y la hipertensión, esta última, relacionada con el estrés al que ha estado sometida la mayoría de la población de la región afectada.

«También se han realizado más de 4 500 procederes de enfermería, y varias intervenciones quirúrgicas a un grupo de casos vinculados, directa y/o indirectamente, con los terremotos, sobre todo en la especialidad de ortopedia».

Al describir su impresión de lo vivido en Turquía, el fundador del Contingente Henry Reeve revela que «el impacto ha sido grande ante un escenario devastador».

Las altas cifras de muertes y la gran afectación a la salud mental contribuyen a la descompensación de enfermedades que tienen de base la hipertensión, las cardiopatías y la diabetes mellitus.

«Afortunadamente, hemos tenido muy buenas condiciones de trabajo en las unidades donde estamos asignados, al igual que el apoyo y el acompañamiento del personal médico y de enfermería turcos en todo momento.

El doctor José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud de Cuba, dialoga a través de videollamada con el doctor Dupuy y otros miembros de la brigada médica cubana. Foto: Tomada del Minsap

«Del mismo modo, quiero destacar la asistencia del Embajador cubano en este país que, desde nuestro arribo a Estambul, nos recibió y acompañó a la provincia donde laboramos.

«A nombre de la brigada, agradecer igualmente al Grupo de solidaridad con Cuba, cuyos miembros son imprescindibles en el trabajo de traducción del turco al español y viceversa, así como a las autoridades locales y de salud, al gobernador de Kahramanmaras y al centro coordinador para la emergencia».

El doctor Dupuy, fundador del Contingente Henry Reeve y del hermoso aval de solidaridad internacionalista que alberga esta entidad de profesionales, manifestó su gratitud a los dirigentes y al pueblo cubanos por el cariño y respeto profesados hacia la brigada.

Foto: Tomada del Minsap