Desde mi dolor para el as ciclista Félix López Cruz
especiales
La imaginación ofrece a la razón en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. José Martí
¡Félix, Félix!, le llamo. No responde. Montado en su potro de metal, galopa. Acelera. ¿Para qué? No tiene que dejar atrás a sus rivales. Como logró en los Juegos Escolares, la Vuelta a Cuba, la Vuelta a Martinica, las Esperanzas Olímpicas, la velocidad, en la montaña... No lo entiendo.
Ahora ¡vuela, mi madre, vuela! Asciende cada vez más. Entre las nubes comienza a ser un puntico. Sus alas: las piernas, las dos ruedas, ¡el alma! Soy testigo de esta hazaña. ¿Hazaña…? ¡Magia! ¿Cómo reportarla? ¿Cómo describirla? ¿Cómo sentirla? ¿Cómo hacerla sentir? ¿Quién me lo va a creer?
Desde mi ensueño, mi locura, ¿qué sé yo lo que estoy viviendo?, puedo caerle atrás. ¡Félix, Félix! Sigue sin hacerme caso. Asciende, asciende. Se me hace difícil perseguirlo. Pegaso, unicornio, halcón. Que se me escapa. No cejo. Estoy cerca otra vez.
Quiero hablar con él. Jamás lo conseguí. Ni siquiera sé cómo es su voz, su rostro, su sonrisa, los síntomas de su dolor. Deseo conocerlos. Y darlos a todos. Que sepan quién es Félix López Cruz desde mi visión. Ser el primero que anuncie por el periódico, por la radio, por la televisión, por donde quiera, las próximas victorias de él, su gloria. Serán panamericanas, mundiales, olímpicas. No voy a permitir que algún colega se me adelante.
¿Qué ocurre por allá arriba? Me entretuve invadido por mis pensamientos. Se me va, se me va... Es un pedacito en el espacio. Más pequeño, más pequeño... No lo veo. Ya no está.
Lloro de nuevo la realidad. Absurda, injusta, grosera esta realidad que me golpea. Puedo agregarle mil adjetivos horribles más. Y no la venzo. La vida no es únicamente ensueños. Y los sueños, sueños son. No usemos solo esta hermosa barca. La vida, vida es. Con sus tragos amargos. Un accidente de tránsito nos robó a Félix. Tenía 23 años de edad.
Las líneas anteriores, esa ficción exaltada, crónica rara tal vez, me la inspiró lo publicado sobre el caso por el historiador Mario Torres de Diego en su libro Efemérides Deportivas (Editorial Deportes, 2018).
30 de enero de 1969. Nace en el municipio pinareño de Bahía Honda, hoy provincia de Artemisa, el pedalista Félix López Cruz. Su inicio en este deporte acontece desde muy temprana edad en la Academia de Ciclismo de su municipio. En 1983 es propuesto para la ESPA provincial y por su destacada actuación en los Juegos Escolares de 1984 ingresó en el equipo Nacional Juvenil.
En 1985 se convierte en el primer cubano que conquista la medalla de oro en el evento de puntación de los Juegos Juveniles de la Amistad, con sede en Checoslovaquia, hecho que repite en el Gran Premio Bravo de Pista.
Ese mismo año, gana la Vuelta a Martinica, con el segundo lugar, además, en el premio de montaña, resultado que lo lleva a ingresar en el al Equipo Nacional.
En 1987 es líder novato de la Vuelta a Cuba y obtiene oro y plata en los Juegos Centroamericano y del Caribe de Ciudad de México 90. Fallece por un accidente de tránsito en Pinar del Río con solo 23 años.
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