Demasiado ruido para soportar

Demasiado ruido para soportar
Fecha de publicación: 
15 Mayo 2024
7
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Imagen tomada de https://medium.com

Hace poco fue el Día internacional de la concientización sobre el ruido, el último miércoles de abril, una jornada que deberíamos tomar con mayor empeño por la salud y el bienestar social. Nos falta mucho camino por recorrer para tener entornos de armonía y respeto. Y, sin ser pesimista, sino crítica-objetiva, no creo que lo consigamos ya. Siento que continuamos cayendo en ese pozo sin fondo de descortesía y sin sentido común.

Primero, ¿qué es el ruido, sino una sensación desagradable que escuchamos sin desearlo? Cada área del conocimiento lo define ajustada a sí misma, pero, de manera general, es así: un sonido que interfiere la comunicación, que perturba o interrumpe la tranquilidad o las actividades de las personas, no interesa tanto los decibeles, aunque si son elevados, mayor será la molestia.

Pienso en esto mientras intento trabajar desde la casa de mis padres, en Altahabana, donde abstraerme es un ejercicio epopéyico cuando se tienen vecinos, digamos, demasiado entusiastas. En este momento celebran algún ritual religioso a ritmo de cencerros y otros sonidos percutores que, incluso, retumban en las paredes y traspasan la música que me impongo con audífonos para la concentración. Sufro, desde lo más profundo de mi ser, el duro golpe de la vulgaridad y la indolencia.

Es en vano. No sabemos coexistir en comunidad, y estamos muy mal si de verdad en Cuba convivir significa tener que tolerar, modificar rutinas y estar enojado por no poder tener el sosiego que buscamos en nuestros espacios privados, al menos. Constantemente vivimos situaciones de impotencia por no poder resolverlo, y permanecemos incómodos porque sentimos vulneradas nuestras intimidades.

No es lógico que nos encerremos buscando aislarnos o que apaguemos el televisor porque el ruido del vecino nos ensordece, no es justo que no consigamos dormir por la algarabía de un grupo de personas que irrespetan el derecho ajeno a estar en paz en su propio hogar.

La falta de civismo y educación es un tema que me enerva y preocupa. Y no entiendo cómo las personas ignoran y nos castigan con sus contenidos sin mayor remordimiento, y también sin consecuencias. Ya sé, existen normas y mecanismos de denuncia, pero los percibo vagos, y la mejor muestra es que a nuestro alrededor permanecen conductas desconsideradas porque tantas personas se sienten impunes y libres de hacer cuanto les place.

No significa que debamos vivir en absoluto silencio, aunque también es muy personal decidirlo. Deberíamos ser menos egoístas, más amables y empáticos, y encontrar un equilibrio en el que la diversión no signifique molestar. Ya no importa el contenido, si se es ordinario en gustos, o no. Da igual si el ruido es con una ópera de Piotr Ilich Chaikovski o con lo que sea que componga Bad Bunny; si estorba la tranquilidad de alrededor con volumen excesivo, es cuestionable.

Lo triste de este asunto es que la sociedad no ejerce, con eficacia y eficiencia, su responsabilidad para promover entornos sonoros favorables. Entonces por hastío o resignación, terminamos normalizando comportamientos, aguantando la contaminación acústica, la mala educación, en entornos cada vez más escandalosos.

Comentarios

Sobre este tema he leído tanto que ya casi ni me detengo a leer cuando aparece un articulo como este. Es en vano... no se hace nada y las autoridades a quienes les corresponde hacer algo tampoco se toman su tiempo para tener en cuenta el problema y así todo a nivel de país. Qué se puede esperar entonces? reírnos cuando aparecen artículos como este? Hay de otra? Es un problema que como tantos otros que nos afectan como sociedad y tampoco tienen solución. Da la impresión que el país sigue a la deriva, aunque a algunos esa frase no les guste y les moleste, pónganse a analizarla y me dicen.
A mi me pasa lo mismo,pero con unos vecinos,entusiastas del "rock metal"y cada vez que se entusiasman,tengo la sensacion de que las paredes contiguas y resquebrajadas de nuestros apartamentos en la barriada de "Alturas de Belen" en Playa,van a desplomarse.
Hace mas de tres decadas que vivo fuera de Cuba y les puedo decir,que a pesar de que las sociedades del llamado 1er mundo,tienden a ser mas estrictamente reguladas en el "respeto ajeno",no idealicen a otros paises,ni crean que Cuba,es el pais mas 'ruidoso" del mundo,pues en el mundo, a diferentes grados diferentes,siempre existen los inadaptados y los egocentricos a la caza de atencion,como sucede aqui mismo en la ciudad Europea donde vivo,que es un desfile constante de autos con los altavoces a full y la musica,distintiva de cada casta y protagonista,rivalizando con su anonimato de todos los dias.
Espero que publiquen los comentarios restantes.
No es la "sociedad" es la ley y su aplicación lo que vale. En ningún país "civilizado" se permite lo que nos pasa, nadie puede poner música (si es que eso es música) en la calle, en el barrio, a cualquier hora y a cualquier volumen sin que venga la policía y lo multe y/o decomise los bafles o el medio que sea, y son multas de verdad que afectan el crédito y otras cosas. Aquí, simplemente no pasa nada, tu llamas a la policia y sientate y espera ...... por eso lo hacen: se llama impunidad!
antony2002@yahoo.es

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