DE LA HISTORIA OLÍMPICA: De Seúl y Barcelona a París 2024

Las reinas de los XXIV Juegos vibraron en el atletismo: la velocista Florence Griffith-Joyner y la saltadora de longitud y heptatlonista Jackie Joyner- Kersen, ambas estadounidenses.

La corredora, considerada la Reina de los Juegos debido a sus triunfos en 100 y 200 metros planos con 10.54 y 21.34, la rotura de la plusmarca mundial en la mayor estas dos distancias, en dos ocasiones, y el oro en el relevo corto (41.98). Hubo rumores de un dopaje en su caso, aumentado por la muerte muy joven de la estrella. Sin embargo, no existen prueba de ello y por tanto es inocente. Su reinado y su nombre cariñoso tan relacionado con la admiración y sus marcas se mantienen.

Corono también a Jackie: la más completa de la lid al llegar a los 7 291 puntos en la prueba múltiple y superar lo óptimo alcanzado antes y en el largo: 7. 40 metros, adiós a la primacía olímpica. Cuatro años antes, en Los Ángeles 1984, Florence Griffith-Joyner había ocupado el segundo puesto en los 200 (22.04) y Jackie, su coterránea alcanzó plata en el heptatlón: 6 385. En el avance resultó fundamental el entrenamiento, en el que pesó Al Joyner, esposo de Florence y hermano de Jackie.

Mathew Biondi, de Usa, fue el monarca de la piscina: siete preseas, cinco doradas, y el quebramiento de mejor registro del mundo en los 50 libres y los relevos. La sirena alemana oriental Kristin Otto ganó seis títulos: en 50 y 100 estilo libre, en esta distancia en las otras modalidades y al actuar con éxito en los relevos, sin burlar los máximos registros del orbe, solo los del clásico.

El norteamericano Greg Louganis se convirtió en el primer clavadista en repetir el oro olímpico en plataforma y trampolín de manera consecutiva. En Seúl obtuvo el premio al coraje: chocar con el trampolín en una práctica le costó una herida que necesitó sutura de cinco puntos. A pesar de ello, se impuso en la especialidad. No era de extrañar: por dicha combatividad, la técnica y lo creativo llevados a los resultados, los expertos lo clasifican como el mejor de todas las épocas en este deporte. Multipremiado en Mundiales y Panamericanos también, a Greg se le considera el artista de los clavados.

Otros destaques: los gimnastas soviéticos, en sus manos 8 de los 12 cetros disputados; los remeros de la República Democrática Alemana: 8 de los 14. Muy bien las gimnastas rumanas, aunque la campeona individual es Yelena Shushunova, en quien no creían ni sus entrenadores a plenitud. Su paisano, el ciclista Gintautas Umaras, el de más brillo en el ciclismo, incluso guía a su seleccionado a varias plusmarcas universales.

En Barcelona 1992, magnífica fiesta que no se queda en lo espectacular. Sonrisa áurea para Carl Lewis en el salto largo: su tercera victoria, ahora con 8.67, y la enorme dicha en el relevo al aportar nueva marca del orbe: 37.40. El Hijo del Viento se incluía en una cuarteta con este resultado.  

Retorna Cuba a la cita coubertiana por lo alto después de no fallar en sus posiciones solidarias y humanas por lo alto: 5to lugar por países al obtener, su escuadra boxística al frente, siete de oro y dos de plata. Aparecen sus iniciales luchadores dorados: el peso máximo Héctor Milián en la greco y el 57 kilos Alejandro Puerto en la libre. Debuta el judo para féminas y las nuestras estuvieron bien: campeona Odalys Revé (56 kilos), vicecetro para Estela Rodríguez (más de 72) y el sitio bronceado alberga a Amarilis Savón (48) y Driulis González (52). Su coterránea Maritza Martén, al lanzar el disco a 70.06, es la segunda vencedora de la América Nuestra en el clásico. Buena faena de los esgrimistas de la Mayor de la Antillas, sin llegar al oro.

Jackie Joyner (EE. UU) vuelve a ser la más completa: en esta oportunidad suma 7 044 y finaliza en el escalón tercero en el salto largo:7.07. Las sirenas Kristina Egerszegi (Hungría) y Nicole Haisletts (Usa) suben en tres ocasiones a lo más alto de ls plataforma de los galardonados, con la despedida a plusmarcas del planeta. Los clavadistas chinos acaban con la hegemonía de los norteamericanos: enlazan tres de los cuatro cetros, la niña de 14 abriles Minxia Fu al frente. De su conjunto son las sobresalientes nadadoras (5 de oro y 4 de plata) la voz cantante perteneciente a las nuevas recordistas mundiales Wewyi Yang (50 libres) y Li Lin (200 combinados). Sus tenistas de mesa no se rezagaron: ganaron tres de las cuatro coronas.

El ruso Evgeny Sadovi, del Equipo Unificado, extrae del agua tres máximos éxitos y sendos registros planetarios en 400 y relevo estilo libre:  Mientras, en tenis se impuso la estadounidense de 16 años Jennifer Capriati, en arquería mantuvieron su dominio los coreanos del sur y los kenianos se abalanzaron triunfalmente sobre el fondo y el medio fondo.

Entre tantas luminarias, abran paso al rey de los XXV Juegos: el gimnasta bielorruso Vitali Shcherbo, de 20 abriles, campeón absoluto y cinco joyas en las especialidades.  

Ya estamos en los Juegos Olímpicos. Se impone el comentario y el canto, reflejar y reflexionar acerca de París 2024. A eso iremos.