¡A cuidarnos responsablemente! Del «coronabicho» queda mucho por conocer

Aun cuando los casos de personas positivas al SARS-CoV-2 siguen en aumento en muchas regiones a nivel global, entes irresponsables ignoran y subvaloran cuidados personales para la protección como también directrices gubernamentales para frenar la propagación del virus.

Habría que consultar con un especialista a qué se debe tal comportamiento humano. Porque es difícil de entender cómo con cifras alarmantes de enfermos y lamentablemente de fallecidos hay quienes pasan como muñecos desapercibidos ante tal situación.

Uno que otro en la capital de todos los cubanos, aunque es de destacar que no ha sido en su totalidad, ha caído en el jamo de lo insensato. Tan solo escuchar a diario las cifras recientes de casos, pacientes graves, críticos y decesos. Y, sin embargo, la historia continúa repitiéndose.

Los reportes de Canal Habana con imágenes que muestran aglomeraciones de personas, colas extensas, más la amplia lista de ciudadanos que por una inadecuada conducta han merecido el regaño de la ley exponen claramente la realidad de una buena parte de La Habana.

Quizás no todos se han percatado de la crítica realidad epidemiológica que se está viviendo en varios municipios de la provincia. El gobierno aplica medidas más restrictivas, pero todavía hay quienes al parecer cayeron de una nave espacial justo en este momento.

Y es que, a pesar de la gravedad, los efectos y secuelas que ya se conocen sobre la COVID-19 aún quedan muchas incógnitas por investigar. Esta pandemia ha puesto en jaque a la comunidad científica y médica, todos en una carrera de velocidad hacia una dichosa cura.

El nuevo coronavirus no es cosa de juegos y supone una gran amenaza hacia la raza humana. Por día intenta perturbar nuestras vidas. Fíjense si es así que un reciente estudio realizado por una universidad brasileña reportó de una paciente infectada por el virus durante más de cinco meses.

¿Se imagina alguien estar enfermo por la Covid-19 durante más de cinco meses? La realidad más que pesadilla, sería una total desgracia. Pues eso lo sufrió una fémina carioca, “caso que permitió acabar con la teoría de que el nuevo coronavirus pierde la capacidad de transmisión tras la segunda semana de contagio”, detalló la red de Salud de Cuba, Infomed.

De acuerdo con la jefa del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Marta Castineiras, de todos sus pacientes, si bien “más del 70 por ciento permanecían con un resultado positivo durante dos semanas después de la infección, esta llamó la atención su largo periodo de infección”.

Más preocupante fue el resultado del equipo el cual arrojó “que sí, que el virus tiene capacidad para replicarse mientras está dentro del organismo indiferentemente del período de contagio”. Peor, este no fue el único caso de este tipo. La doctora Castineiras confirmó que “tienen otros individuos que están siendo acompañados con las mismas características”.

“Todavía hay muchas preguntas sobre la infección por el virus, como saber dónde permanece en el organismo de los pacientes que siguen testando positivo durante un largo período e incluso en los asintomáticos”. Hoy día Brasil rebasa los cuatro millones de contagios y está a punto de llegar a las 125 mil defunciones. Es el segundo país más castigado por la COVID-19.

Aunque el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo haya donado al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí 16 mil pruebas de PCR, el personal médico y sanitario trabaje duramente y hasta más por cada día que pase, el país restrinja la movilidad de las personas, no habrá mejoras notables hasta que se concientice la responsabilidad y seriedad ante ello.

¿Qué será de nosotros si continúan casos de personas con síntomas que no acuden al médico y tempranamente, otros que ya confirmados se niegan a revelar su lista de contactos y arriesgan egoístamente la salud de familiares, amigos o vecinos, otros que no pierden ocasión para las celebraciones? Acabemos de pensar por nosotros, la familia, nuestra Cuba. ¡Ya es hora de hacerlo!

El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, precisó en una pasada conferencia de prensa que “hasta que no exista una vacuna o algún tratamiento que cure la COVID-19 es imprescindible continuar protegiéndose y cumplir con todas las medidas orientadas por las autoridades con el fin de preservar las vidas humanas”.