Critica prestigiosa revista científica británica a los países ricos por fracaso del mecanismo COVAX
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La revista científica británica The Lancet criticó duramente a los países ricos, a los que culpó por el fracaso del mecanismo COVAX, una iniciativa global codirigida por la Alianza Gavi para las Vacunas, la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
The Lancet destacó que COVAX se planteó como objetivo el desarrollo, compra y entrega de vacunas contra la Covid-19 en un gran número de países, para garantizar que esos fármacos se compartieran de manera equitativa entre todas las naciones, ricas y pobres.
Sin embargo, esa hermosa idea se ha quedado corta, porque las naciones ricas se comportaron peor que en las peores pesadillas, según The Lancet, al detallar cómo la solidaridad y la equidad del programa COVAX terminó dependiendo de la voluntad de los países ricos para compartir sus dosis.
Hasta el momento cerca de dos mil millones de dosis han sido distribuidas en el Mundo, pero la iniciativa Covax solamente ha ayudado a repartir menos del cuatro por ciento de todas esas vacunas, pese a que el mecanismo logró recaudar ocho mil 300 millones para la adquisición y entrega de esas porciones en países de ingresos bajos y medios.
De acuerdo con el artículo publicado por la prestigiosa revista británica The Lancet, COVAX aspiraba entregar dos mil millones de vacunas a los países pobres para finales de 2021, pero ahora muchos dudan de que se logre alcanzar la meta.
El pasado el 2 de junio, durante la Cumbre de la Alianza Gavi sobre el Compromiso Anticipado de Mercado de COVAX, el secretario general de la ONU, António Guterres, destacó que hasta el momento 10 países han administrado el 75 por ciento del total de las vacunas contra la covid-19 en todo el mundo.
"Pero, en los países pobres, los trabajadores de la salud y las personas con las condiciones subyacentes no pueden acceder a ellas. Esto no solo es manifiestamente injusto, también es contraproducente", alertó el máximo dirigente de las Naciones Unidas, mientras otras voces aseguran que la iniciativa COVAX ha avanzado lentamente como resultado de la falta de infraestructura sanitaria en muchos de los países receptores y, en parte, debido al escepticismo que persiste sobre las vacunas en algunas regiones del mundo.
No faltan quienes explican también que Estados Unidos y algunas de las naciones participantes más ricas de COVAX han acaparado vacunas.
Además, se alega igualmente que la entrega de dosis del mecanismo COVAX se ha retrasado porque la India restringió las exportaciones de vacunas para proteger a su propia población, tras el estrepitoso aumento de casos de Covid-19 en el país.
La fábrica india del Serum Institute es vital para la producción de las vacunas Oxford-AstraZeneca, destinadas al programa COVAX.
Lo cierto es que, mientras que varios países ricos ya han inmunizado a más de la mitad de su población, otros Estados del Mundo apenas están comenzando con sus campañas.
Incluso, algunos países que recibieron vacunas por medio del esquema COVAX están sin dosis suficientes para continuar con el programa de vacunación, sobre todo en África, que enfrenta una nueva ola de infecciones.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, pidió a los países ricos que dejen de monopolizar las vacunas, y recordó que en el llamado continente negro solo fueron administradas 40 millones de dosis, menos del dos por ciento de la población.
No obstante, si el mecanismo COVAX llegara finalmente a cumplir su objetivo de vacunar al 20 por ciento de la población en las 92 naciones en los que se ha puesto esa meta, el porcentaje queda muy por debajo del nivel de inmunidad que los expertos consideran como necesario para acabar con la pandemia.
La Organización Mundial de la Salud ha sugerido que para ponerle fin a la crisis sanitaria es necesario vacunar al menos al 70 por ciento de la población mundial.
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