La evaluación de la calidad del agua en balnearios próximos a instalaciones hoteleras de los cayos Coco y Guillermo posibilita mantener el control de parámetros físico-químicos y microbiológicos de un recurso natural esencial para el desarrollo turístico en el norte de la provincia Ciego de Ávila.

El Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros (CIEC) se integra al Instituto de Ciencias del Mar (Icimar) para monitorear las condiciones del agua en las playas aledañas a los ocho hoteles donde interviene el Proyecto Internacional Turismo Sostenible.

Estas acciones permitirán determinar la calidad para el baño y el mantenimiento del equilibrio en el ecosistema marino, muy importante al considerar la modalidad de sol y playa que se desarrolla en Jardines del Rey como actividad turística fundamental.

Los estudios sobre el agua de mar se centran en analizar parámetros como la temperatura, salinidad, el pH, la turbidez, el oxígeno disuelto, la presencia de nutrientes (fósforo y nitrógeno), concentración de bacterias termotolerantes, coliformes, y la composición y concentración de fitoplancton.

Investigadores del CIEC precisaron que cuando los análisis físico-químicos y microbiológicos arrojan resultados que sobrepasan los umbrales establecidos en las normas de calidad, indican cambios en el ecosistema y deterioro de las condiciones ambientales.

El sector turístico reconoce la importancia de estos muestreos por constituir una herramienta para preservar la salud ambiental y humana, garantizar la seguridad de las actividades recreativas y productiva en el destino, y mantener el equilibrio de los ecosistemas.

Uno de los recursos más valiosos constituyen las playas para las operaciones turísticas en Jardines del Rey, donde la modalidad de sol y playa se posiciona como principal, asociada a otros productos del turismo de naturaleza que aprovechan los múltiples atractivos del entorno por la diversidad de la flora y la fauna.

El Proyecto Internacional Turismo Sostenible ofrece los incentivos necesarios para cambiar dinámicas habituales en las operaciones turísticas y mejorar la sostenibilidad a largo plazo.

Durante seis años (2023-2029) contribuirá a la sostenibilidad del sector, incorporando la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y la mitigación al cambio climático en las zonas marino-costeras vulnerables, mediante el diseño e implementación de modelos innovadores de gestión, el desarrollo de capacidades y mecanismos financieros.

Las acciones a nivel de intervención piloto se ejecutan en Varadero y los cayos Coco y Guillermo, pertenecientes a las provincias de Matanzas y de Ciego de Ávila, en ese orden.

Esta iniciativa global es implementada por el Instituto de Ecología y Sistemática de la Agencia de Medio Ambiente, con el acompañamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y el apoyo financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.