La Casa Blanca solicitó este 20 de octubre al Congreso de Estados Unidos más de 75.000 millones de dólares para asistir en materia de defensa y seguridad a Ucrania e Israel, según una carta enviada por el Gobierno federal al presidente en funciones de la Cámara de Representantes, Patrick McHenry.

En total, la Administración Biden pidió más de 105.000 millones de dólares en ayuda para Kiev, para Tel Aviv y para otras "necesidades de seguridad nacional".

En caso de que los legisladores estadounidenses aprueben la propuesta, se acabarían destinando 61.400 millones de dólares para Ucrania y 14.300 millones para Israel, mientras que 9.150 millones serían asignados en asistencia humanitaria para Ucrania, Israel, Gaza "y otras necesidades". Todo ello para el año fiscal 2024.

Una parte de los fondos designados para Kiev incluye la reposición de los equipos militares del Pentágono, ya que desde hace más de año y medio Estados Unidos ha enviado constantemente armamento y municiones a las tropas de Zelenski.

Biden también solicitó 13.600 millones de dólares para la seguridad fronteriza de Estados Unidos, en momentos en que el tema migratorio se vuelve prioridad en las agendas electorales rumbo a los comicios presidenciales de 2024 en el país norteamericano.

El combate al tráfico ilegal de fentanilo —droga que ha causado una epidemia en Estados Unidos y se ha cobrado la vida de cientos de miles de personas— también figura en el presupuesto requerido, específicamente con el monto de 1.200 millones de dólares.

"La financiación ampliará las líneas de producción, fortalecerá la economía estadounidense, nos mantendrá seguros y creará nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos", señaló Shalanda Young, directora de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, a medios de comunicación.

Sin embargo, la solicitud al Congreso se da en momentos en que la Cámara de Representantes tiene una mayoría republicana, lo cual podría dificultar los planes de la Casa Blanca. De hecho, este cuerpo legislativo lleva 18 días sin presidente fijo luego de la destitución del republicano Kevin McCartney, a quienes sus propios compañeros de partido acusaron de haber traicionado sus ideales políticos y haber colaborado con Biden (demócrata).

Shalanda Young, sin embargo, fue enfática en la carta de la Administración Biden: "Insto al Congreso a abordarla [la propuesta] como parte de un acuerdo global y bipartidista en las próximas semanas".

"El mundo está mirando y el pueblo estadounidense espera con razón que sus líderes se unan y cumplan estas prioridades (...) Estamos haciendo nuestro trabajo al hacer saber al Congreso cuáles son las necesidades críticas y esperamos que actúen, y que lo hagan con rapidez", añadió.

Un día antes, el 19 de octubre, Biden ofreció un discurso a la nación en el que dejó claro que el respaldo a Israel y a Ucrania es insoslayable: "Vamos a asegurarnos de que otros actores hostiles en la región sepan que Israel está más fuerte que nunca y evitar que este conflicto se extienda".