BALLET EN FESTIVAL: La fiesta del neoclásico (+ FOTOS)
Melissa Hamilton y Roberto Bolle en El otro Casanova, de Gianluca Schiavoni. FOTOS: YURIS NÓRIDO
Este sábado comenzó la programación del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso en la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, con un programa concierto en el que bailarines extranjeros y de la compañía cubana Acosta Danza interpretaron sobre todo piezas del estilo neoclásico.
La fluidez y elegancia de las líneas, la vocación lírica y el trabajo de pareja primaron en un selección que podrá ser vista nuevamente hoy a las 5:00 p.m.
El diálogo entre mujer y hombre, recreando las peripecias del amor (o el desamor) fue la constante del espectáculo, más allá de las historias puntuales de cada pas de deux.
La británica Melissa Hamilton (Royal Ballet) y el italiano Roberto Bolle estrenaron en Cuba escenas de dos piezas: Caravaggio, de Mauro Bigonzetti, y El otro Casanova, de Gianluca Schiavoni. El público ovacionó la prestancia, la compenetración y el buen gusto de la pareja, en coreografías que enfatizan la pasión amorosa.
La italiana Nicoletta Manni y el letón Timofey Andriashenko (Ballet del Teatro alla Scala de Milán) interpretaron Luminous, de Max Richter, también de estreno en Cuba. Se trata de una auténtica pieza, muy bien estructurada y de fino espíritu poético.
Acosta Danza presentó obras exitosas de su repertorio: El dinámico y matizado Nosotros, de Beatriz García y Raúl Reinoso; End of time, uno de los más inspirados dúos de Ben Stevenson; y para cerrar el espectáculo la muy celebrada Paysage, soudain la nuit, de Pontus Lidberg.
La nota más contemporánea la aportó al inicio del programa la bailarina cubana Catherine Zuaznábar, quien asumió Sacre, la singular aproximación que Sandra Ramy concibiera de la célebre Consagración de la primavera. Varios espejos multiplican a la solista en un ejercicio de expresiva resistencia.
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