Fútbol sala, regreso al Mundial y poco más

Evidentemente no se puede evaluar de positiva la actuación de Cuba en el Campeonato Mundial de fútbol sala que tiene lugar en Uzbekistán, luego de ser la primera selección eliminada de la lid.

Las goleadas recibidas en los tres partidos hablan a las claras de un mal trabajo a la defensa, pero más allá de eso, en el orden técnico-táctico los nuestros dejaron mucho que desear.

El tope inaugural contra Brasil se sabía imposible de ganar, aunque siempre se diga que no hay nada imposible, pero ante Tailandia llegamos a estar igualados 3-3 al cierre de la primera mitad y el elenco fue incapaz de mantener la compostura para al menos caer de manera decente.

Tampoco fue así ante el rival más débil de la llave, Croacia, que este viernes nos batió 7-0 y conserva posibilidades de seguir en competencia como uno de los mejores terceros de este grupo, lo único que le quedaba a los cubanos luego de los dos primeros fracasos.

Parece claro que nos hemos quedado atrás en los conceptos modernos del fútbol sala, y para eso es crucial que nuestros técnicos se empapen de lo último que se está haciendo en el mundo.

Tuvimos un equipo respetado en los años iniciales de este siglo, pero tras el retiro de esa generación dorada nos fuimos quedando detrás, incluso en nuestra área geográfica.

Ahora se logró al menos regresar a un Mundial luego de ocho años, que se dice fácil pero no es cosa de coser y cantar, pero ahí chocamos duramente con la realidad, fundamentalmente el atraso en los conceptos teóricos del juego, más allá del talento individual que siempre tenemos.

No se puede soslayar que sufrimos la deserción de dos atletas días antes del inicio del certamen del orbe, y eso plantea un dilema importante en los planteamientos tácticos, pero una vez allí, no se puede terminar de ese modo.

De los que faltaron, uno era nada menos que el portero titular, y eso de alguna manera invita a una mayor tolerancia a la hora de juzgar el desempeño global, pero de todos modos la actualización de nuestro cuerpo técnico es una necesidad perentoria.

En las cinco participaciones previas en Copas del Mundo de futsal, Cuba nunca pasó de la fase de grupos y apenas archivamos una victoria (10-2 ante Islas Caimán en la edición de 2008, en Brasil), pero incluso las derrotas no eran todas tan abultadas como esta vez.

Por eso independientemente de las dificultades extradeportivas sufridas, que son importantes, no hay duda de eso, se impone potenciar la preparación de nuestro personal porque en la última década variaron bastante las estrategias de juego.

Es la manera de poder explotar al máximo el talento que a todas luces existe, porque la batalla económica para retenerlos es mucho más complicada.