ARTE: Papá
especiales

Es un pieza hermosa hecha en mármol blanco, concebida aproximadamente entre los años 150-200 d.C., durante el Imperio Romano. Es de una réplica de la original. Imagen tomada de https://www.inah.gob.mx/
Realicemos un breve recorrido por la representación de la paternidad en el arte. Muchas son las obras creadas por hombres y mujeres inspirados en esta relación filial, de esta conexión sin igual que
La historia del arte cuenta con obras maestras en todos sus campos que recrean la relación entre padres e hijos. Hoy queremos mostrar esta selección que puede ser vista desde tierna hasta cruda, porque así es la vida, y como son de diversas las personas, también lo son los productos culturales.
Concentrémonos en la destreza de las técnicas, en el manejo de los símbolos. Pensemos en que cada artista tiene detrás un mundo interior desconocido, a veces con frustraciones, traumas, sin embargo en ocasiones no es desahogo, solo crean a pedido o trabajan influenciados en fuentes de todo tipo, y no personales. No todo arte es biográfico.
Lo importante es saber que la paternidad no tiene que ser como repiten muchos "padre es cualquiera". Es una frase que odio porque denota resentimiento de quien la acuña, dejadez de algún papá que no supo o no pudo participar en la crianza de su hijo, por las razones que sean, y dejó una fama mal adjudicada a una de las relaciones más especiales que existen.
Evidentemente hay de todo en este mundo. Padres ausentes, padres maltratadores o estrictos, padres ---, pero también los hay amorosos, dedicados, respetuosos, entregados a cada faena de la crianza. Así lo veremos en las imágenes que traemos hoy, como en la escultura que presenta este texto.
En el fragmento que escogimos podemos ver con cuánta belleza Lisipo (siglo IV a. C.) de los más importantes de la época clásica de la antigua Grecia y a quien se le atribuye, consiguió una obra que destaca por su dulzura. Observemos cómo logró plasmar emociones, el cariño y la ternura del sátiro Sileno, que en brazos sostiene al Dios Dionisio, a quien debió proteger como padre, según refiere la mitología.
Una pintura concebida con semejante intensión es la del italiano Guido Reni (1575-1642). Aunque se trata de una representación religiosa, y de ahí su título, es evidente el sentimiento paternal mezclado con adoración.
Imagen tomada de https://lavereda.com.ar
De más reciente creación nos llega "Padre e hijo", del estadounidense Norman Rockwell (1894-1978). A mediados de los años 60 del siglo pasado este pintor realizó este cuadro, como tantos otros que dedicó a la vida cotidiana.
En él vemos una escena en la que un hijo atiende a su padre con mucho respeto, ya sea porque le muestra un documento o le transmite conocimientos. Norman Rockwell es conocido en el mundo del arte por sus ilustraciones de estilo detallado que refiere relaciones de cercanía y familiaridad.
Imagen tomada de https://lavereda.com.ar
Estas visiones cálidas contrastan mucho con obras que a continuación verán y que irán en escala en su lugubridad y terror. En primer lugar en el lienzo de gran tamaño titulado "El regreso del hijo pródigo", el famoso pintor barroco Rembrandt (Países Bajos, 1606-1669) recrea una escena de amor y perdón muy célebre. Se trata de un padre misericordioso que ama a pesar de todo, y de un hijo arrepentido de haber obrado mal.
Imagen tomada de https://lavereda.com.ar
Pero como nada es perfecto, también mostramos una parte menos complaciente, nada rosa.
En la octava década del siglo XIX, el ruso Iliá Repin (1844-1930) pintó "Iván el Terrible y su hijo", un personaje histórico del que hemos escuchado disímiles anécdotas. De acuerdo con algunas fuentes fue el primer zar de Rusia en el siglo XVI y se ganó su apelativo por su crueldad y arranques de ira.
Como podemos ver en este fragmento que exponemos, es una escena trágica que tramite desasosiego. Basta con observar la mirada terrorífica, perdida y muy expresiva del personaje principal abrazado al cuerpo inerte y ensangrentado de su hijo.
Imagen tomada de https://latinus.us
Y por último, el español Francisco de Goya (1746-1828) dejó esta pintura que es una parte de un mural que el propio artista creó en su casa. La representación da miedo y se basa en la mitología, en específico en el pasaje en el que Saturno devora a los hijos de su esposa por temor a ser destronado.
Los griegos antiguos creían que esta era la metáfora ideal del paso del tiempo, y lejos de la leyenda, lo que vemos es locura en su mirada, violencia, oscuridad, canibalismo. Es una pintura negra con múltiples lecturas. Desde impotencia sexual y melancolía.
Imagen tomada de https://historia.nationalgeographic.com.es
Por tradición la mujer siempre ha sido la vista como figura tierna, mientras al hombre se le tribuye lo rudo y distante. Hoy el papel de padre va más allá de su desempeño como proveedor y hay un mayor involucramiento en con la crianza. Por eso quise comenzar la muestra con imágenes que desmontan tal hipótesis que no se sostiene porque hay padres sensibles y muy implicados sin que eso signifique pérdida de autoridad, que es lo que más importaba en ciertas épocas.
Paternidad es sinónimo de protección, sustento, de amor, conexión, ternura. Esa es la parte más linda, la que más abunda, afortunadamente. Pero también hay una cruel, de abandono y más. Como vemos, todas se encuentran representadas en el arte, que es reflejo de la vida, con sus complejidades emocionales.
No obstante, quedémonos con lo positivo, celebremos la figura del padre y reflexionemos en la profundidad de ese vínculo que adquirimos para siempre desde que nacimos.
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