LA FOTO: Equilibrios en verano
especiales

Foto: Geert Weggen / National Geographic
No es Inteligencia Artificial, sino una imagen muy real tomada por el fotógrafo Geert Weggen, quien en el jardín de su casa en Bispgarden, localidad rural de Suecia, va dejando nueces para cuando lleguen las ardillas.
Claro, no es una instantánea casual. Este artista del lente, de nacionalidad holandés-sueco, es reconocido internacionalmente precisamente por su especialización en fotografiar ardillas rojas, lo cual le ha hecho merecedor de muchos premios y publicaciones en prestigiosas revistas, como la National Geographic, de la que es tomada esta imagen, por demás, muy reciente.
Quién sabe cuánto tiempo pasó tendido sobre la hierba para lograr esta foto, pero bien que valió la pena porque logró atrapar ese instante irrepetible de equilibrio, triunfo y también previsión.
Como las ardillas rojas no hibernan, desde el verano van recolectando las semillas que les servirán de alimento en invierno, y este parece ser uno de esos momentos porque no anda paladeando la golosina, sino parece lista para llevarla al nido o la madriguera.
La cola le sirve de apoyo en ese asombroso reto a la fuerza de gravedad. Y no es poca cosa su “bastón”: Las colas de estas ardillas miden casi lo mismo que todo su cuerpo, entre 15 y 20 centímetros.
Justamente es esa cola larga y frondosa la que, como un contrapeso, les aporta equilibrio al desplazarse sobre los finos ramajes de los árboles y también a estabilizarse después de un salto.
Igual la cola les sirve como manta para protegerse del frío y de parasol en climas cálidos. Ello, sin olvidar que la usan para comunicar señales a otras ardillas haciéndoles saber de peligros, estados de ánimo y también que buscan pareja.
Al menos en el instante en que fue fotografiada, esta ardilla roja no buscaba pareja, pero bien que tan admirable pose quizás le hubiera ganado la admiración de más de una.
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