FARC-EP: Sin esperar la carroza

FARC-EP: Sin esperar la carroza
Fecha de publicación: 
30 Agosto 2019
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Ante tal decisión de varios comandantes guerrilleros, encabezados por Iván Márquez, el líder de la organización devenida en partido político, Timoshenko, se mantuvo firme en su posición de cumplir la palabra empeñada, no aprobando la decisión tomada por sus compañeros, de lucha y afrontando todos los riesgos, lo que me hace pensar, parafraseando palabras de Nuestro Apóstol, José Martí, que en el específico caso colombiano –ante entes inescrupulosos -las trincheras de ideas deben ser fortalecidas con las de piedras.

Ambas pueden ser actitudes correctas, aunque parezca paradójico, porque la defensa de la paz en un terreno minado por la reacción colombiana -encabezada por Uribe y sus “amiguitos”-, es tan peligrosa como el enfrentamiento a un ejército integrado por hombres bien entrenados y armados-.

Este se vale de elementos mercenarios para crear grupos paramilitares asesinos, además de tener el apoyo de una fuerza armada extranjera, la norteamericana, dislocada en siete bases concedidas por una mala gobernanza que también se adhirió, como muestra de su genuflexión, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Ahora algunos medios amarillistas de información se preocupan por una posible unidad entre los insurgentes reincorporados y el Ejército de Liberación Nacional -lo más lógico-, todos con experiencia en la lucha irregular, en una nación en la que parecía ya que iba a llegar la paz, luego de más de 50 años de guerra.

Sin dudas, la experimentada sección de las FARC-EP que vuelve a combatir para lograr la liberación de su pueblo, no estaba dispuesta a esperar la carroza fúnebre que sus enemigos les tenía deparada, conduciría, tras ser asesinados metódica e impunemente, como también están haciendo con líderes sociales de todo tipo: comunitarios, sindicales, indígenas.

Este sector dirigente revolucionario, al anunciar su reincorporación a la lucha guerrillera, dio a conocer, mediante un comunicado leído por Iván Márquez, que este inicio de una nueva etapa se debe a la “traición del Estado colombiano a los Acuerdos de Paz” firmados en La Habana en el 2016.

Márquez, invocó el “derecho universal de los pueblos de levantarse en armas contra la opresión”, y confirmó: “Nuestro objetivo estratégico es la paz de Colombia con justicia social (…) esa es nuestra bandera, la bandera de la paz”.

Entre quienes le acompañan estaban los dirigentes Jesús Santrich y Hernán Darío Velásquez, El Paisa. La agrupación denunció el continuo asesinato de los líderes sociales y de excombatientes desmovilizados, grandes problemáticas que afectan al país suramericano, como algunas de las causas para la vuelta a la lucha armada.

El dirigente hizo un llamado a la unidad y a la paz en Colombia, e instó luchar contra la corrupción y la impunidad, y sostuvo: “No vamos a seguir matándonos entre hermanos de clases para que una oligarquía descarada continúe manejando nuestro destino y enriqueciéndose cada vez más, a costa de la pobreza pública y los dividendos de la guerra”.

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