“Entre Rusia, China y nosotros, todos estamos construyendo armas por cientos de miles de millones de dólares, incluidas nucleares, lo que es ridículo. Creo que es mucho mejor si nos pusiéramos de acuerdo y no fabricáramos estas armas”, dijo el jueves el presidente de EE.UU., Donald Trump.

En declaraciones hechas a los periodistas en la Casa Blanca, Trump hizo hincapié en que estos tres países “pueden ponerse de acuerdo y detener el gasto y gastar en cosas que son más productivas hacia la paz a largo plazo”.

Por su parte, el vice primer ministro chino, Liu He, quien se encontraba en la Casa Blanca, afirmó que estaba de acuerdo con el tema y que esto sería una buena idea, según recogió la agencia británica de noticias Reuters.

Esta propuesta, irónicamente, proviene de un jefe de Estado que elevó el presupuesto del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) a más de 700 mil millones de dólares en 2017 en su primer año en el cargo y espera obtener 718 mil millones o más en 2020, cifras récord en la historia del país norteamericano.

Mientras tanto, el presupuesto de defensa de China para 2019 se estimó en 224 mil millones de dólares, y el de Rusia, más modesto, es de 44 mil millones.

Además, el magnate neoyorquino parece no aclararse con sus propias políticas o, en realidad, no sabe lo que dice. Ante su constante presión a los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte para que aumenten sus gastos militares hasta el 2 % de su Producto Interno Bruto (PIB), estas últimas declaraciones parecen una tremenda boutade.