Tenemos Morenas ¿tendremos espectáculo?

Tenemos Morenas ¿tendremos espectáculo?
Fecha de publicación: 
20 Septiembre 2011
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Entre todos, es la nostalgia el sentimiento más recurrente entre los miles de seguidores del voleibol femenino cubano. Es una mezcla de sensaciones que van desde la incredulidad a la esperanza por recuperar algo extraviado, y que fue orgullo de todos los nacidos en esta Isla, amen de su actual ubicación geográfica.

Precisamente este mes se cumplieron 33 años del triunfo del equipo cubano en el VIII Campeonato Mundial celebrado en la entonces ciudad soviética de Leningrado. Allí, y con todo merecimiento, las 12 jugadoras cubanas fueron bautizadas como las «Espectaculares Morenas del Caribe», y ese calificativo acompañó a varias generaciones de voleibolistas que escribieron con su talento no pocas páginas de gloria.

Pero ahora, y a la luz de los escasos resultados trascendentales, algunos se resisten hasta a utilizar la frase. Otros no pueden entender cuándo y cómo perdimos la supremacía –incluso la regional-, y la mayoría no ve el momento de regresar al pelotón de vanguardia en un deporte que se ha hecho muy competitivo.

Sin embargo, la medalla de bronce conquistada por la selección cubana en el reciente torneo NORCECA celebrado en la ciudad boricua de Caguas pudiera dar algunas pistas.

IDENTIDAD

En lo anecdótico, el tercer puesto conseguido recientemente en Puerto Rico confirmó al voleibol femenino cubano como el único que ha sido capaz de incluirse en el podio de las 22 ediciones precedentes de los torneos NORCECA. Pero en la práctica, además de la insatisfacción de no clasificar para la Copa del Mundo, fue una confirmación más de que, por el momento, está muy lejos de lo que un día fue.

La presente temporada internacional, que se inició con los torneos primaverales en China, ha estado marcada por la inestabilidad en todos los sentidos. Desde el desempeño de las jugadoras, hasta la forma de encarar cada compromiso. Y en medio de todo, casi se pierde la identidad.

A tenor con las nuevas tendencias, se cambió del tradicional esquema de dos pasadoras en la formación regular, a la utilización de solo una. Mas los resultados distaron de lo esperado, y a lo largo del «experimento» costó mucho trabajo establecer una formación regular con la que trabajar.

Tal vez el segundo lugar conseguido en el prestigioso torneo Volley Masters de la ciudad suiza de Montreaux fue solo un espejismo que se encargó de desbaratar el pálido regreso a los Grand Prix –apenas par triunfos- tras dos años de ausencia.

De ahí que retomar las raíces, con la utilización de Yusidei Silié y Yanelis Santos como acomodadoras durante todo el torneo boricua, haya sido una de los saldos más positivos. El retorno de Gyselle de la Caridad Silva al centro del terreno también aparece entre los aciertos de cara a un futuro más promisorio.

No obstante, esto solo no garantiza una recuperación del terreno cedido. Faltaría mantener la versatilidad de las actuales pasadoras, y de las que tienen la misión de sustituirlas en un momento determinado.

Se necesitaría también que jugadoras como Kenia Carcasés o la menos experimentada Yoana Palacios tuvieran desempeños ofensivos estables y acordes a lo que de ellas se espera. Sería muy bueno además poder contar con una líder sobre la cancha, una Mireya Luis o una Yumilka Ruíz con el talento y el carácter suficiente como para echarse al hombro al equipo en los momentos cruciales.

Pero sobre todas las cosas, sería imprescindible lograr la continuidad del proyecto, sin lo cual resulta vano cualquier esfuerzo.

CONSTRUIR

Los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 marcaron el punto de inflexión en el voleibol femenino cubano. Si bien es cierto que ya había comenzado el necesario proceso de renovación en las filas cubanas, también era una realidad que existía una combinación de jugadoras experimentadas con otras de gran futuro que hacía presuponer una transición menos traumática.

Sin embargo, la realidad terminó siendo otra. Por las más disímiles causas, fueron saliendo del escenario muchas voleibolistas que en la actualidad podían hacer mucha más fuerte a la selección de la Isla.

Solo tres años han pasado, y en la más reciente selección cubana solo sobreviven tres de las integrantes de una escuadra olímpica que tenía a Yumilka Ruíz, Zoila Barros y Lianna Mesa como las únicas jugadoras que superaban los 25 años de edad. Todo lo contrario sucede hoy con los principales elencos del mundo.

Estados Unidos, por ejemplo, tuvo seis olímpicas en el roster que se coronó primero en el Grand Prix, y luego ganó el certamen regional en Caguas.

Así mismo, República Dominicana fue ahora segunda en el NORCECA y aseguró su plaza a la venidera Copa del Mundo con siete de las jugadoras que vienen jugando juntas desde el Grand Prix de 2009. El resto de los equipos de élite como Brasil, Rusia o Italia, protagonizan historias parecidas.

Las cosas se complican aún más para los estrategas cubanos por la falta de roce competitivo al máximo nivel que presentan sus jugadoras. Y aunque históricamente el voleibol cubano –en uno y otro sexo- ha tenido al «laboratorio» como referencia, se hace cada vez más difícil alcanzar la maestría deportiva sin interactuar con los mejores.

FUTURO

Mirando el futuro más inmediato, las actuales Morenas del Caribe tendrán que apretar el acelerador en lo que queda de año si quieren garantizar una evolución satisfactoria.

En el horizonte se divisan los Juegos Panamericanos, en el que las discípulas de Juan Carlos Gala fueron incluidas en el grupo A junto a Canadá, República Dominica y Brasil. En la otra llave jugarán México, Perú, Puerto Rico y Estados Unidos.

Incluirse allí entre las medallistas será una tarea difícil. Solo los ganadores de cada segmento avanzarán directamente a semifinales, mientras que los segundos y terceros lugares se «cruzarán» para definir los otros dos candidatos al título.

Pero más allá del compromiso continental se encuentra la posibilidad de participar en los Juegos Olímpico de Londres el año entrante. Para ello tendrán que conquistar el único cupo que ofrece el torneo preolímpico continental señalado para el próximo mes de enero.

Ausentarse de la cita londinense sería otro bache en la ruta para seguir ganando los espacios perdidos, y recuperar por siempre el calificativo de «Espectaculares», porque siempre seguirán siendo las Morenas del Caribe.

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