La inauguración este miércoles de un mural de Eduardo Roca Salazar (Choco) en la Escuela Especial Solidaridad con Panamá constituyó, por su significación humana, una de las acciones más relevantes que han desarrollado de conjunto el Ministerio de Cultura y el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (Cnap), dentro de la Jornada por la Cultura Cubana.

En el acto, al que asistieron Abel Acosta, viceministro del sector, Norma Rodríguez Derivet, presidenta del Cnap y el Excmo. Sr. Max López Cornejo, Embajador de Panamá; Esther María La O Ochoa, directora del centro educacional, significó cuánto desmiente esta iniciativa las acusaciones que sobre violaciones de los Derechos Humanos caen sobre nuestro país.

La pedagoga calificó de inconcebible el hecho de que un artista tan prestigioso como Choco, un viceministro de Cultura y personalidades de las artes, fueran a visitar una escuela para infantes discapacitados y que los Estados Unidos, que ni siquiera firmó la Convención de los Derechos del Niño, quiera poner a Cuba en el banquillo de los acusados.

Al dirigirse al alumnado reunido en la Sala Polivalente de esa institución, minutos antes de develar el mural, el Premio Nacional de Artes Plásticas 2017 dijo que a él le tocó la gran suerte de que, siendo pequeño, triunfara la Revolución Cubana, acontecimiento que le permitió desarrollar sus inquietudes artísticas y actualmente hace posible que exista en el país una escuela con esas características.

En el acto, alumnos del centro regalaron a los visitantes interpretaciones de obras de Eliseo Grenet y Silvio Rodríguez, entre otros autores del cancionero nacional.

Parte de una serie que el artista viene trabajando desde hace algunos años, el mural, titulado Gente y Bandera, consiste en un tríptico de grandes dimensiones en el que está representada una multitud enarbolando en sus manos nuestra enseña nacional, tal como suele ocurrir en las concentraciones populares.

En un aparte con la prensa, Choco explicó que la pieza, concebida específicamente para esta institución educacional, pretende reflejar la unidad de los cubanos ante cada convocatoria de Fidel, de la Revolución, de la cual constituyen un símbolo las pequeñas banderas cubanas que siempre enarbolan los participantes.

En tanto, el Embajador de Panamá significó lo trascendente que resulta para su país el hecho de que el Comandante en Jefe sugiriera nombrar así a esta escuela, en momentos en que ellos sufrían la invasión norteamericana.

Aseguró que prestar atención a este centro docente para niños discapacitados ha sido un deber ineludible para todos los gobernantes panameños que han visitado nuestro país y para los diplomáticos que en él han radicado.

Ubicada en el capitalino municipio de Boyeros, la Escuela Especial Solidaridad con Panamá, fue inaugurada por el líder histórico de la revolución cubana en diciembre de 1989. Diseñada para niños de preescolar a noveno grado con impedimentos físico-motores o retraso mental, cuenta en la actualidad con una matrícula de 181 alumnos.

Lograr una adecuada apreciación estética en los estudiantes es también objetivo del centro, el cual ya contaba con un mural realizado en cerámica por Isabel Gimeno y Aniceto Mario Díaz, al que se une ahora, a través de una donación del Mincult y el Cnap, el concebido por Eduardo Roca Salazar (Choco).