Declaración destaca que América Latina sigue en pie de lucha (+ VIDEO)

Mónica Valente, secretaria ejecutiva del Foro, leyó el documento final de la reunión, donde se patentizó la necesidad de concertar posiciones, frente a los efectos de una multifacética ofensiva reaccionaria, conservadora y restauradora neoliberal en la región, que ha logrado hacer retroceder a las fuerzas de izquierda y progresistas.

En tal contexto, donde confluyen otras amenazas para la integridad latinoamericana, los delegados al encuentro convocaron a fortalecer el
movimiento mundial en defensa de la paz y a sumar fuerzas.

El documento expresa que se hace necesario un ejercicio práctico del internacionalismo mutuo entre todas las fuerzas izquierdistas de América
Latina y el Caribe, Asia, África, Europa y América del Norte.

Ratifica asimismo la vigencia de las causas y líneas de actuación reivindicadas por el XXIII Encuentro del Foro de Sao Paulo, efectuado en Managua en 2017, entre las que destacan la defensa de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Repudiar el militarismo y denunciar el papel injerencista de la Organización de Estados Americanos, también figuran entre los reclamos suscritos en la Declaración.

Uno de los aspectos más trascendentales del texto radica en la condena a la guerra no convencional y de amplio espectro, aplicada por el imperialismo y sus aliados europeos, latinoamericanos y caribeños contra la Revolución Bolivariana de Venezuela.

Apuntala, asimismo, la urgencia de mantener la solidaridad con los argentinos, brasileños, hondureños y paraguayos que se resisten a aceptar el
retroceso al neoliberalismo en sus respectivos países.

Reafirma la absoluta convicción de apostar por la paz, en concordancia con la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada por jefes de Estado y Gobierno de la CELAC en enero de 2014, y a tono con ello demanda se cumplan con los Acuerdos para poner fin al conflicto armado en Colombia.

El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, también convoca y alienta a Bolivia y Chile a encontrar una salida al conflicto marítimo, en base al
diálogo y el derecho internacional.

Repudia la política de la Casa Blanca que criminaliza a emigrantes latinoamericanos y caribeños y, de manera particular, a los
centroamericanos, y se opone a cualquier forma de racismo, intolerancia y discriminación.

Otra de las demandas del evento fue el levantamiento incondicional, total y definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de
Estados Unidos contra Cuba, y la indemnización por los daños y perjuicios causados por más de medio siglo de agresiones de todo tipo.