Los militares británicos operadores de drones "podrían ser juzgados por asesinato" de civiles
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El personal militar del Reino Unido que participa en operaciones con el uso de drones, lideradas por EE.UU. en Siria e Irak, corre el riesgo de convertirse en cómplice del asesinato de civiles y de ser procesado por estas acciones ilegales, ya que hasta el momento el Gobierno británico no ha establecido una "política clara y una base legal sólida" al respecto, advierte un reciente informe del Grupo parlamentario de todos los partidos (APPG, por sus siglas en inglés) sobre los drones.
El informe se presenta la noche de este 17 de julio en el Parlamento británico, "en un evento de alto nivel para discutir las recomendaciones" correspondientes, informa el sitio web de APPG.
"En su forma actual, la asistencia que presta el Reino Unido a sus socios está poniendo al país y a su personal en riesgo de responsabilidad penal. El uso por parte del Reino Unido de la fuerza o asistencia a los socios en ataques con drones fuera de situaciones de conflicto armado no está protegido por la inmunidad de los combatientes, por lo que el personal puede ser procesado por asesinato", reza el informe.
Riesgo de dañar a civiles inocentes
El Reino Unido ha sido un actor clave en la campaña encabezada por EE.UU. en Siria e Irak, brindando asistencia en su programa de drones desde el 2014, lo que "planteó serias dudas sobre la legalidad, la eficacia y la coherencia estratégica" de esta participación, opinan los autores del informe.
El presidente del grupo APPG y el coautor del documento, el profesor Michael Clarke, ha declarado a The Independent que el Reino Unido estaba operando con países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Catar, que "no trabajan según las normas estándar de la OTAN". El profesor Clarke añadió que mientras siga la colaboración de los militares británicos con fuerzas extranjeras, "existe el peligro de que se conviertan en cómplices de los ataques con drones que no son legales" en los términos británicos.
Adam Holloway, diputado del Partido Conservador británico y copresidente del APPG sobre drones declaró a Middle East Eye que el nuevo "informe muestra que, sin una política clara, (los operadores de) los aviones armados no tripulados del Reino Unido se están metiendo en problemas". "Esto implica el riesgo de dañar a civiles inocentes y deja al personal británico expuesto a procesos penales", concluyó.
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