Manifestantes piden clemencia por condenado a muerte en EE.UU.

Cerca de 300 manifestaciones se esperan  el viernes en Estados Unidos y en el mundo para pedir clemencia para Troy  Davis, un condenado a muerte cuya ejecución está fijada para el miércoles y  cuyo destino está ahora en manos del comité de indultos de Georgia.

La ejecución de Davis, un símbolo internacional de la lucha contra la pena  de muerte, ha sido programada por inyección letal el miércoles próximo en la  cárcel de Jackson, a pesar de las dudas sobre su culpabilidad.

El comité de indultos de Georgia (sureste) deberá decidir el lunes si  conmuta o no la pena de muerte de Davis por cadena perpetua.

Una petición con más de 663. 000 firmas le fue entregada el jueves al comité  reclamando la gracia para Davis, según sus partidarios.

"Hay demasiadas dudas en este caso, esperamos que entiendan el mensaje:  ¿Estamos seguros de que no se ejecutará a un inocente?", dijo Laura Moye,  directora de la campaña para la abolición de la pena de muerte de Amnistía  Internacional.

Moye afirmó que las manifestaciones a favor de Davis comenzaron la  madrugada del viernes en Hong Kong y deben continuar durante todo el día en  Estados Unidos, América Latina, Europa y particularmente en Francia, donde está  prevista una decena de eventos.

Estados Unidos, donde están programadas trece concentraciones en todo el  país, la mayor protesta se espera a las 22H00 GMT en Atlanta, a menos de una  hora en coche de la prisión en la que Davis espera su ejecución.

Esta manifestación será complementada con una oración en una iglesia  bautista que fungió como centro del movimiento de derechos civiles de Martin  Luther King en los años 60.

Troy Davis, que ha pasado casi la mitad de sus 42 años en el corredor de la  muerte en Georgia, es presentado por numerosas personalidades como el prototipo  del negro inocente, injustamente condenado a muerte por matar a un oficial de  policía blanco durante una pelea en 1989.

Fue apoyado por gente como el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter,  el Papa Benedicto XVI y la actriz norteamericana Susan Sarandon.

Francia expresó hoy su "preocupación".