Play Off escena IX: Las Tunas blandió hacha finalista
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Todo estaba listo para un séptimo acto crucial, con tónica similar a lo acontecido en sus seis escenas precedentes.
Lo cierto es que el triunfo en el sexto desafío de Las Tunas 6-3 funcionó como una estocada mortal. Los Leñadores asaltaron la grama del Julio Antonio Mella con una dosis extra de energía y sentenciaron el match a golpe de nocao 10-0 en siete entradas.
Todo comenzó favoreciendo a los anfitriones en su cuartel general. El zurdo refuerzo holguinero Luis Ángel Gómez, quien ya le había recetado una lechada a los azules en la segunda etapa y a quien escasamente le conectaban para 237 de promedio colectivo fue la carta designada por Pablo Civil y no lo defraudó: lanzó los siete episodios sin permitir libertades a la tanda azul, combinando su recta de apenas 82-83 millas con su curva y el cambio de velocidad.
Esa fue la fórmula de éxito desde la lomita, y para beneplácito de los miles de aficionados que abarrotaron el Mella y todos sus alrededores para atestiguar una hazaña de su novena, la ofensiva tunera blandió sus hachas, especialmente los hombres de la tanda alta, que habían estado silenciados hasta la hora cero.
Me refiero al máscara YosvanyAlarcón, nunca movido de su cuarto turno al bate, y que en noche de gala disparó cuatro jits, incluidos doble y jonrón, además de fletar cuatro carreras. Lo acompañó en ese concierto de madero el inicialista Rafael Viñales, autor de vuelacercas e inatrapable, con par de remolques.
Más de una docena de indiscutibles dispararon los tuneros, en un despertar de su ofensiva, como si estuviesen guardando todo para la crucial séptima batalla.
Ese poder de fuego lo combinaron con una defensa que no cometió errores y un corrido de las bases siempre agresivo, como la anotación que decretó el fuera de combate con un Rolling al cuadro, una manera un tanto extraña de ver caer el telón.
Un dato revelador: hasta el choque de este miércoles los tuneros promediaban 264, con 39 hombres dejados en las almohadillas, además de un único cuadrangular del torpedero Alexander Ayala. Este miércoles despacharon dos pelotas, y el tridente Alarcón-Viñales-Yhonson, que acumulaba famélicos nueve cañonazos en 70 turnos, respondió con ocho indiscutibles combinados y seis traídas para el home plate.
Mientras Gómez hizo la tarea sin necesidad de echar mano de un bullpen en muchas mejores condiciones que el de su rival, con Yudier y Yadiel Rodríguez prestos a sofocar cualquier rebelión, y José Ángel García afilando sus instrumentos de “barbero” apagafuegos.
Del otro lado de la duela sucedió todo lo contrario. Nuevamente la defensa azul hizo aguas, con dos costosos errores de Orlando Acebey y Alexander Malleta que costaron anotaciones. En ese instante el marcador se puso 4-0 que hubiese bastado para ser lapidario.
Freddy Asiel Álvarez continuó con su maleficio, y protagonizó su décima salida vistiendo la franela azul sin anotarse el éxito. Sus coequiperos no fueron capaz de respaldarlo al bate, cono en otras tantas oportunidades, y la defensa hizo aguas en momentos medulares, con pifias de nefastas consecuencias.
Al salir del box iniciando el quinto capítulo, tras el batazo de cuatro esquinas de Alarcón, el bullpen capitalino, hizo aguas por enésima ocasión. Desfilaron cinco serpentineros y ninguno tuvo un rol determinante de contención, para sellar la hemorragia tunera madero en ristre y acallar la euforia de las tribunas.
Yoandry Cruz, David Mena, Yunier Gamboa, Elder Nogal y José Pablo Cuesta, terminaron de soportar el castigo desde la colina de los martirios, el cual no se prolongó más porque a la vuelta de la séptima, se decretó el fuera de combate y la lechada.
Malleta no pudo conectar de jit, Torriente escapó del cerrojo de nombre Luis Ángel Gómez, al igual que Javier Camero y Eriel Sánchez, pero lamentablemente para Víctor Mesa y su novena, las conexiones no se concatenaron a la hora buena.
Los Industriales, que venían rindiendo en defensa de forma impecable, se desmoronaron en los dos choques decisivos y las cinco marfiladas cometidas, significaron otras tantas carreras, de consecuencias nefastas en el veredicto final.
De cualquier manera fue una serie interesante, bien peleada por ambos elencos, con público fiel que desbordó el Latino y el Mella, reflejo de un resurgir y rescate de la pasión de Cuba. En el terreno ganó el mejor, pues ciertamente muchos especialistas daban a Las Tunas como favorito para imponerse en el duelo semifinalista.
Las palmas para Pablo Civil, quien luego de llevar a sus discípulos a un récord inédito de 59 sonrisas en la campaña, los coló en la final, con un buen aporte y una quirúrgica selección de sus refuerzos.
A partir del sábado, el propio Julio Antonio Mella volverá a comenzar otro capítulo de una historia sin precedentes: su novena de Leñadores iniciará la final de la 57 Serie en un duelo con los monarcas defensores de Granma al mejor de siete partidos.
De ese largometraje igualmente Cubasí los mantendrá informados al detalle.
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