Verano con - sentido

Lo que tradicionalmente llamamos verano en Cuba, anda por la mitad, me refiero, por supuesto, a las vacaciones escolares de julio y agosto.  Un descanso largo y merecido para los niños y jóvenes y un reto inmenso para los padres que muchas veces necesitamos hacer malabares para organizar el tiempo entre el trabajo y la recreación de los hijos.

Por supuesto, con el sol y el calor que nos acompañan a todas partes, la primera opción de paseo es lo que yo llamo “cualquier charco”: playa, piscina, río… pero hay otras que también  son válidas y tienen la virtud de aportarle sentidos al verano: jugar y aprender, divertirse y conocer, cultivarse.

Si ese no fuera suficiente motivo, súmele la ventaja de que las actividades culturales suelen ser también bastante económicas, lo cual es otro tema durante el verano, cuando tratamos por todos los medios de hacer más con menos lo “bueno, bonito y barato” viene como anillo al dedo.

La primera propuesta que les comento son los museos, que además de algunas maravillas prácticas como que el recorrido es bajo techo y a veces hasta con aire acondicionado, atesoran maravillas mucho mayores: experiencias únicas con algún segmento de historia. Uno especialmente atractivo para los pequeños es el de Historia Natural.

El breve recorrido por un túnel donde aguardan ejemplos de varias especies animales, organizadas según la región del planeta y con una ambientación bien intencionada de luces y sonidos es una de las opciones más llamativas, pero no se lo puedo contar yo, tiene que vivirlo con sus hijos que seguramente se lo van a agradecer.

Otra opción muy interesante es la que ofrece el Museo Nacional de Bellas Artes, además del increíble patrimonio artístico que resguarda, ofrece como valor agregado un amplio programa de actividades culturales para todas las edades, desde conciertos exquisitos en su sala teatro, hasta payasos, circo y otros divertimentos para los niños en el patio del edificio de Arte Cubano cada miércoles en la mañana.

Mire usted qué buen plan: un poco de diversión a las diez de la mañana y después el recorrido por la muestra temporal que recoge lo mejor del arte cubano de principios del Siiglo XX. Apuesto cualquier cosa a que si acepta, su niño llegará en septiembre a la escuela presumiendo de haber visto el cuadro de la muerte de Martí al mismo tiempo que le cuente a sus amigos todas la aventuras del verano.

Por supuesto, la capital cuenta con muchos más museos interesantes y cada territorio tiene los suyos, la provocación es a no subvalorar a nuestros hijos pensando que no van a entender y llenarles las vacaciones de sentido con un pedacito de tiempo para cultivarles el espíritu y el conocimiento.

Arte sin cola ni tique, cerquita de casa

El Ministerio de Cultura de Cuba ha priorizado llevar las presentaciones artísticas  a la comunidad, tanto con el talento local que abunda en cada rinconcito de esta isla como con agrupaciones y creadores de reconocimiento nacional. Las regiones y barrios, más apartados, entre ellos los incluidos en el Plan Turquino Manatí han sido especialmente atendidos en el programa cultural de este verano.

Las Casas de Cultura, la Brigada José Martí y hasta las Escuelas de Arte, se confabulan para ofrecer talleres de creación y espectáculos que no solo llenan los días del verano, también enriquecen la vida de los niños y estimulan sus expectativas e intereses.

¿A qué niño no le gusta el circo? Pues los de todo el país tendrán una oportunidad de lujo con la gira “Circuba viaja por Cuba”, que se extiende desde el pasado día veinte y hasta el 25 de septiembre.  

Agosto: arte para refrescar

Además de un refresco  bien  frío y un chapuzón para el cuerpo, los niños cubanos pueden continuar refrescando la mente en agosto con un poco de arte.  En casi todas las provincias hay variedad de opciones, acá les comento solo algunas de las propuestas más interesantes,

La Cruzada artística de Montaña que protagonizan los jóvenes creadores de la Asociación Hermanos Saíz en Cienfuegos, seguramente será tan buen regalo como el recorrido de la Guerrilla de Teatreros por Campechuela, Granma; el Encuentro de Repentismo infantil en Fomento, Sancti Spírtus o el taller de verano Mi historia, que organiza el Museo de Arqueología de la ciudad de Sancti Spíritus.

A quienes anden por La Habana la Casa del ALBA los invita el día 6 al espectáculo de narración oral Un, dos, tres, contando, donde coincidirán tres favoritos de los niños: el juego, la música y los cuentos y el 20 los espera nuevamente para compartir otro espacio variado en el que también se incluyen el teatro y la danza. Para cerrar con broche de oro el verano infantil en la capital, el teatro Karl Marx recibe a La Colmenita los días 27 y 28 de agosto.

Fiestas de cumpleaños para un gigante

La celebración de los 90 años de Fidel también llenarán de alegría el verano de los niños de Cuba, desde exposiciones de fotografía en Matanzas, Guanabacoa y Villa Clara hasta bailables, conciertos, todo viene incluido en esta fiesta que promete ser gigante como el homenajeado.

Hasta las montañas del Escambray llegará en la primera semana de agosto la Cruzada Artística Martiana que organiza la Sociedad Cultural José Martí, un tributo anticipado al más martiano de los cubanos.

Desde el día 12, la Brigada José Martí comienza los festejos, pues una razón es buena imagínese dos y ese día, además de la víspera del cumpleaños de Fidel se celebra a la juventud a nivel mundial, así que estos jóvenes instructores de arte colmarán las Casas de Cultura, los teatros y cuanto espacio comunitario encuentren disponible.

Para el mismo día 13 todos los municipios y provincias del país serán escenario para cantorías y bandas de concierto, bailables, espectáculos propiamente infantiles, presentaciones de todas las manifestaciones artísticas, muestras plásticas y premiaciones de concursos. La Isla de Juventud inaugurará en esa fecha una nueva sala de exposciiones y La Colmenita regresa al Teatro Karla Marx para darle su regalo a Fidel, en nombre del cariño y el talento de todos los niños cubanos, esos enanos inquietos en cuerpo y alma, que merecen tener un verano con -sentido.